Todos los años 275 millones de niños y niñas (*) de todo el mundo sufren a causa de la violencia doméstica y padecen las consecuencias de una turbulenta vida familiar. Esta forma de violencia conlleva abuso físico y psicológico, abandono o negligencia, explotación y abuso sexual y, entre los perpetradores de esas acciones violentas están los padres y madres y otros miembros de la familia.
Los niños y niñas que sobreviven al abuso suelen sufrir daños físicos y psicológicos a largo plazo que afectan su capacidad de aprender y de relacionarse socialmente, y les resulta difícil tener un buen rendimiento escolar y llegar a desarrollar amistades íntimas y positivas.
Las consecuencias psicológicas y de conducta de quienes crecen en un hogar violento pueden ser igualmente devastadoras para los niños y niñas que directamente no son víctimas de abusos. A causa de la exposición a la violencia se suelen presentar síntomas de estrés postraumático, como incontinencia nocturna o pesadillas, y tienen un mayor margen de riesgo a padecer de alergias, asma, problemas gastrointestinales, depresión , ansiedad, más dificultades con las tareas escolares y deficiencias en la atención y la concentración, pero además , también tienen mayores probabilidades de intentar cometer suicidio y consumir drogas y bebidas alcohólicas.
Es bien conocida la incidencia de violencia sexual en ambientes domésticos y al respecto, estudios recientes muestran niveles elevados de esta forma de violencia en la infancia: hasta de un 21% según un estudio multinacional de la Organización Mundial de la Salud, con la observación de que las niñas tienen muchas más posibilidades de ser víctimas de abusos que los varones, al igual que en escuelas y universidades por motivos de género. Otro lugar considerado riesgoso es el trabajo en casas particulares. Hay emplead@s doméstic@s menores de edad –con frecuencia muchachas menores de 16 años– que viven graves abusos a manos de sus patrón@s, incluidos el castigo corporal, el acoso sexual y todo tipo de humillaciones.
Estudios llevados a cabo en países como China, Colombia, Egipto, Filipinas, India, México y Sudáfrica, indican que existe una notable correlación entre la violencia contra las mujeres y la violencia contra la infancia.
EFECTOS EXPONENCIALES
Para mayor adversidad, los efectos de la conducta violenta tienden a seguir presentes en la vida de los niños y niñas mucho después de que hayan abandonado el hogar de la infancia. Los varones expuestos a la violencia doméstica de sus padres y madres tienen el doble de probabilidades de convertirse en hombres abusadores que los hijos de progenitores no violentos y , en cuanto a las niñas que presencian abusos cometidos contra sus madres, tienen más probabilidades de aceptar la violencia en la relación de pareja.
Aunque por lo general, las mujeres que han sido víctimas de abusos carecen de los medios necesarios para protegerse, suelen ofrecer protección a niños y niñas expuestos a la violencia doméstica, pero al no contar con los recursos legales o económicos para procesar legalmente a los maltratadores, incontables mujeres y menores de edad permanecen atrapados en situaciones nocivas. Romper el silencio que rodea a la violencia doméstica es fundamental para erradicar la conducta violenta en el hogar. (*) Cifras de UNICEF
http://www.unicef.org/spanish/sowc07/docs/sowc07_panel2_1_sp.pdf
EN NUESTRAS CASAS
También en Venezuela muchos niños y niñas viven en hogares donde se generan cuadros terribles de violencia y diversas formas de agresiones; aunque en algunos casos no reciban violencia directa de sus padres o madres, el solo hecho de que estén permanentemente expuestos a estas situaciones, tal como se expone en el documento de Unicef , de alguna manera se ven afectados y tienen la posibilidad de reproducirla . Ofrecer a los niños y niñas como forma de vida relaciones violentas no es digno ni sano para su desarrollo y sus relaciones futuras ni para la construcción de una sociedad sin violencia. Reconocer la violencia que pueda existir en la casa, buscar ayuda y/o denunciar, son alternativas válidas para su reducción y erradicación, así como el papel que puede y debe jugar la escuela en la prevención, detección y protección.
Es necesario tener presente que entre octubre de 2010 y septiembre de 2011, según el informe anual Cecodap , 47 niños, niñas y adolescentes murieron por violencia familiar y 263 niñas fueron víctimas de violencia sexual, sin especificar los ámbitos del delito.
MASACRE DE 80 INDÍGENAS YANOMAMIS EN VENEZUELA. AGOSTO DE 2012
El Secretariado Permanente de la Red Latinoamericana y del Caribe para la Democracia (Redlad) condena la matanza de cerca de 80 indígenas yanomamis en Venezuela mediante armas de fuego y explosivos.
Se han recibido denuncias sobre la muerte de gran cantidad de personas indígenas yanomamis de la Comunidad Irotaheri (Municipio Alto Orinoco del Estado Amazonas), supuestamente en manos de mineros ilegales brasileños denominados garimpeiros. Testigos han descrito la existencia de innumerables huesos y cuerpos quemados.
La zona es de difícil acceso y se ubica a 5 horas en helicóptero o 15 días a pie desde la capital del Estado Amazonas. Organizaciones indígenas como Horonami y Wataniva han denunciado los hechos, argumentando intentos de violación de mujeres por parte de los victimarios, destrucción de casas y asesinatos, una cuestión que aseguran se viene desarrollando desde hace años sin mayor preocupación por parte de las autoridades gubernamentales. De hecho, se asegura que en 1993, ocurrieron otros hechos en los que 16 indígenas fueron asesinados por parte de buscadores de oro.
El Secretariado Permanente de Redlad, plataforma de impulso a la democracia y el respeto de los derechos humanos, entre ellos la protección de los derechos de los pueblos indígenas y originarios, en su calidad de Miembro Oficial del Foro de Sociedad Civil de la Organización de Estados Americanos (OEA) y Capítulo Regional del Movimiento Mundial por la Democracia (WMD):
- Condena la brutal masacre y exige a las autoridades venezolanas una investigación de los hechos y la ejecución de medidas de protección urgentes a favor de la población vulnerada, e insta a las organizaciones defensoras de derechos humanos y de los Pueblos Indígenas a que se manifiesten condenando los terribles sucesos y exijan justicia y protección para las víctimas.
- Hace un llamado a la CIDH, a la CDHH , el grupo de trabajo sobre Poblaciones Indígenas de la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección a las Minorías de las Naciones Unidas y el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de las Naciones Unidas para que estudien los hechos y ejecuten las acciones pertinentes para la protección de yanomamis.
- Exige el cumplimiento de lo estipulado en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes, la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación Racial, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto de San José.
- [email protected] http://redlatinoamerica.org/mailman/listinfo/anuncio_redlatinoamerica.org
Para información y denuncias llamar
(O8OO-MUJERES) 0800-6853737
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Casa de la Mujer Juana Ramírez “La Avanzadora” Maracay
(Fundada en 1985)
Programa de Atención a Mujeres en situación de Violencia
De lunes a viernes de 8 a 12 y de 1 a 5 p.m.
CEDIAR -Centro de Documentación e Información Aída Arroyo.
Horario de Servicio: lunes a jueves de 1,30 a 5 pm -Funciona en la misma sede.
Directorio: Órgano Divulgativo de la Casa de la Mujer Juana Ramírez “La Avanzadora” C/ López Aveledo Norte No. 11. Urb. Calicanto. Aptdo. de Correos 2028. Telefax. 0243- 2463796 Correo E: [email protected] No. 808 Año XXIII 05/9/2012