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Después de siete años de vida organizativa, durante los cuales el Comité ha venido realizando un trabajo de denuncia, documentación y difusión de casos de violaciones a los derechos humanos, el Covicil logra, gracias al apoyo de PROVEA, publicar el libro “Impunidad y Poder, Historia de las violaciones a los DDHH en Lara (2000-201)”, el cual forma parte de la Serie “Investigación en Derechos Humanos desde las organizaciones sociales-Venezuela”.  .

Este libro, testimonia y analiza la dinámica de diversos casos presentados desde la realidad de las víctimas: su visión, sufrimientos y reflexiones; un trabajo concebido desde y para lo colectivo donde se suman voluntades con el claro objetivo de visibilizar una denuncia generalmente tergiversada y silenciada, a fin de honrar la memoria de las víctimas, pero sobretodo la lucha de sus familiares que, ante la ignominia institucional y Estatal que asesina, desaparece, violenta y ultraja impunemente, se han declarado en resistencia permanente y en desacato al estado de sitio que busca desmovilizar y domesticar a los sectores históricamente azotados por la violencia, mediante el terror social y la complicidad institucional.

¿Ignoran flagrantemente los señores diputados las denuncias que presentan las organizaciones de Derechos Humanos del estado y el país?

A un mes de su presentación el libro ha tenido excelente acogida, especialmente entre víctimas y colectivos hermanos que se han animado a sistematizar también su experiencia en trabajos similares; en contraparte llama la atención el silencio de los señalados como responsables directos o indirectos de los hechos denunciados, particularmente aquellos que con su silencio, acción u omisión, al frente de las Instituciones del Estado conforman el engranaje de la máquina de impunidad de los crímenes policiales.

Entre ellos destacan los funcionarios que se mantienen al frente del circuito judicial de la entidad.  Otros, como la Defensoría del Pueblo -esa celestina que se debate entre el drama y la comedia- la Fiscalía Superior y el ente parlamentario juegan al mutismo selectivo antes de dar respuesta a las demandas que, desde el COVICIL,  han reiterado las víctimas hasta la saciedad:

¿Qué tiene que decir la Juez Rectora ante las denuncias de hacinamiento en cárceles y destacamentos policiales. Ante el indebido retraso de miles de causas que esperan decisión de los tribunales? ¿Ante la sistemática anulación de sentencias en las que han sido acusados funcionarios policiales y castrenses?

¿Qué hace el Fiscal Superior de Lara cuando cientos de víctimas con pruebas en mano recurren a las diversas fiscalías en busca de respuestas  y por respuesta consiguen que ahora las víctimas deben actuar como investigadores de sus propias causas, ante el abandono de investigaciones por el «brazo auxiliar» del Ministerio Público, como pretenden seguir presentándonos al CICPC

¿Dónde quedó el proceso de depuración de los cuerpos policiales? Tres jóvenes del sector Cerro Gordo de Barquisimeto acaban de ser ejecutados y sus familiares señalan como responsables a funcionarios de polilara, mientras una veintena de sentenciados por los tribunales cumplen ficticiamente la condena en su comando policial, algunos todavía  devengando salarios.

¿Ha discutido el Consejo Legislativo del estado Lara y la Comisión de Política Interior de la Asamblea Nacional, las denuncias presentadas en el libro IMPUNIDAD Y PODER? ¿Qué tienen que decir al respecto?

¿Ignoran flagrantemente los señores diputados las denuncias que presentan las organizaciones de Derechos Humanos del estado y el país?

Sociedad sin respuestas. Un Estado que pretende tender un muro entre la denuncia y la gestión pública y dejar al margen de la discusión de nuestros problemas nacionales a todos los ciudadanos, quienes a criterio del gobierno y sus acólitos, deberíamos cruzarnos los brazos y observar sus ejecutorias.

De allí la necesidad de organizarnos contra el olvido y la desmemoria, con nuestra propia agenda reivindicativa, articulándonos como redes de colectivos autónomos, practicando la solidaridad activa, fuera de intereses parciales, coyunturales y oportunistas.

 

GUARDAR SILENCIO ANTE LA IMPUNIDAD ES ACTUAR A SU FAVOR.

COVICIL- SEPTIEMBRE 2012

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