DSCN0418Total que no salimos de un horror para entrar a otro en materia carcelaria. Ahora resulta que el diario El Impulso saca una nota con el siguiente título y contenido: “Presuntamente son violadas detenidas en Uribana: Un grupo de familiares de mujeres detenidas en calidad de procesadas en el Centro Penitenciario David Viloria, antes Uribana, elevan su voz de protesta porque presuntamente estarían obligando a las féminas allí recluidas a mantener relaciones sexuales con funcionarios quienes también se encuentran privados de libertad en la misma condición de procesados”.

Este jueves, los seres queridos de las damas indicaron que estas aparentes prácticas se estarían llevando a cabo desde hace unos seis meses, y al enterarse reaccionaron molestos por cuanto consideran que este hecho avanzaría en una supuesta complicidad interna mediante el cual se aprovecharían de las mujeres para someterlas a estos actos en contra de su voluntad, lo que se configuraría en un típico delito de violación, contemplado en el Código Penal Venezolano.

Familiares que dijeron pertenecer al estado Falcón, próximo al recinto penitenciario, comentaron que las aparentes violaciones se cometen cuando existe la presencia de dos funcionarias cumpliendo horario en el penal, quienes serían las responsables de permitir esta grave irregularidad que perjudica física y psicológicamente a las detenidas, muchas de ellas presentando hasta seis meses de gestación.

Revelaron el supuesto modus operandi: los funcionarios les estarían cancelando una módica cantidad de dinero a las funcionarias que montan guardia, para que estas obliguen a las detenidas a mantener relaciones con ellos.

Los “corianos” gritaban que esta noticia debía salir a la luz pública antes que se produzca el traslado de sus familiares a la cárcel de Coro, y todo quede en silencio, como si nada hubiese pasado.

Exhortaron a las autoridades penitenciarias a “iniciar las pertinentes averiguaciones a que haya lugar”. He cedido el espacio de mi columna para esta denuncia que debe ser investigada, sin que las autoridades la vayan a tomar con las más pendejas que son las internas, claro está, que las internas tienen los mismos derechos que los internos, si los reclusos tienen derecho a su recámara íntima por qué no las mujeres.

Pero el llamado es a los familiares que no tengan miedo en denunciar, si no los escuchan en los organismos del Estado, los invitamos al OVP, que tomaremos debida nota y haremos pública la denuncia y recurriríamos a las instituciones responsables nacionales e internacionales con el objeto de que le requieran al Estado una investigación seria sobre estos hechos.

Y para rematar en el penal de los hombres hay más 3.500 privados de libertad que se encuentran recluidos en el Centro Penitenciario Región Centro Occidental “David Viloria”, mejor conocido como “Uribana”, y denunciaron estar “pasando hambre”, pues aseguran que la alimentación que les proveen no es la mejor.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *