El pasado lunes 4 de abril fue entregado al Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), señor Luis Almagro, un informe titulado “Situación del derecho a la salud en Venezuela” elaborado por la Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y la Vida (CODEVIDA) y Provea.
En el informe se resaltaron los principales obstáculos que tiene cualquier persona en el país para acceder a un servicio de salud de calidad y garante del derecho a la vida de las personas. Los problemas reflejados son de distinta índole, yendo desde el impacto que tiene la falta de divisas hasta las distintas afecciones de las personas que sufren por la falta de medicinas según sus necesidades de salud.
Las cifras reportadas son alarmantes y reflejan como decae la salud en vez de mejorar a lo largo de los años, evidenciándose de esta manera que las políticas públicas en salud no han sido eficientes.
En sólo 5 años se redujeron en 10.143 las camas operativas en los hospitales públicos. Hoy en día solo contamos con 20.821 camas, cifra muy por debajo del estándar recomendado por la Oficina Panamericana de la Salud que es de 3 camas por cada mil habitantes.
El desabastecimiento de medicamentos ha aumentado constantemente en los últimos años. La Federación Farmacéutica Venezolana (FEFARVEN) reportó que el desabastecimiento aumentó de 15 % en el 2011 a un 60% en el 2015 en la ciudad de Caracas. Y para el año en curso la FEFARVEN reportó que el desabastecimiento había llegado a un nivel crítico de 80%. Estas cifras que crecen sin parar son alarmantes, considerando que si no hay medicinas la gente no se puede curar y sus situaciones pueden empeorar generando a su vez demanda de atención en salud más compleja. Esto ha venido ocurriendo con las 5.000 mujeres diagnosticadas con cáncer de mama que al no conseguir los medicamentos especiales de forma continua ven empeorada su situación día tras día.
Otras cifras que alerta el informe, son los miles de personas con distintas condiciones de salud que no logran acceder a un tratamiento adecuado para su afección. Así se encuentran las 4.443 personas con hemofilia y otros problemas hematológicos que no cuentan con los factores para la coagulación y cuya ausencia puede significar un riesgo para la vida o integridad de la persona. Las 61.000 personas con VIH que sufren frecuentemente interrupciones en su tratamiento antirretroviral poniendo en riesgo su salud. Las 25.017 personas con drepanocitosis que sufren un tratamiento doloroso ante la falta de penicilina oral y las 10.000 personas con problemas de salud mental que no están siendo atendidas por los centros de salud psiquiátrico.
Además, son 5.000 las personas que se encuentran a la espera de un trasplante y cuyas posibilidades de acceder a uno disminuyó a menos de la mitad, pasando la tasa de donantes por millón de habitantes de 4.5 a 1.7 entre 2012 y 2014.
Las cifras relacionadas con los niños y las niñas son igual de preocupantes. En la actualidad hay 600 niños y niñas con cardiopatías congénitas que esperan por ser atendidos en el JM de los Ríos, hospital que en su momento fuera referencia a nivel nacional. Por otro lado la esperanza de vida de los recién nacidos decrece considerando que a 8273 creció el número de muertes infantiles entre 2010 y 2014 aumentando en un 31%.
Las cifras son alarmantes y nos permiten concluir como diagnóstico a la salud en Venezuela que esta se encuentra en terapia intensiva.
Abogada Programa de Exigibilidad
@gsikdb