Con intensa emoción revolucionaria, presenciamos la promulgación por parte de la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, de la esperada Ley para Sancionar los Crímenes, Desapariciones, Torturas y Violaciones de los Derechos Humanos por Razones Políticas en el Período 1958-1998. En una alborozada segunda discusión, el Salón de Sesiones de la AN, se vio pleno tanto de la inmensa mayoría de los Diputados como de unas abigarradas barras, formadas fundamentalmente por representantes del Comité de Familiares y Amigos de las Víctimas, que durante el oprobioso lapso de 40 años de una falsa democracia, condujeron al país por el tortuoso camino de unos gobiernos adeco-copeyanos que dirigidos inocultablemente por directrices del imperialismo yanqui, desataron un sangriento período de torturas y métodos coercitivos sobre miles de combatientes revolucionarios que jamás aceptaron los designios de los enemigos del Pueblo y con su ejemplo, muchas veces terminal, crearon las bases para que muchos años después pudiéramos conquistar el Gobierno Bolivariano que hoy rige los destinos del país.

 

Compartimos las lágrimas tanto del Presidente como de la Vice-Presidenta de la AN, los compatriotas Fernando Soto Rojas y Blanca Ekaout, cuando el Profesor Aristóbulo Istúriz, también con voz entrecortada, casi gritando dijera, al finalizar la discusión del Artículo Nº30 de la mencionada Ley : “En nombre de la Asamblea Nacional, declaramos sancionada la Ley Contra el Olvido…! Pero, nosotros que modestamente en nuestra condición de estudiantes adolescentes fuimos actores de aquellos movimientos protestatarios que fueron severamente reprimidos en los años 60 por los cuerpo policiales del nefasto régimen de Rómulo Betancourt, sentimos la necesidad de rememorar los primeros actos heroicos de los venezolanos que nunca han sido mencionados en la larga lista de mártires de la Revolución Venezolana y así lo declaramos.

 

1.- Las primeras víctimas de la represión betancurista.- Corrían los días del mes de agosto de 1959, a pocos meses de la juramentación del sátrapa de Pacairigua, cuando centenares de desempleados caraqueños que no habían conseguido respuesta a su estado ocupacional y mas bien habían visto eliminado el denominado Plan de Emergencia, una especie de subsidio al trabajo que por algunos bolívares diarios recibían, se lanzaron en una manifestación por el centro de la Capital y al llegar a la Plaza de La Concordia fueron dispersados en forma violenta, a plan y plomo, por la Policía de Caracas con el resultado de varias decenas de heridos a bala y 4 muertos. Es hora que el Comité de Víctimas que promocionó la Ley Contra el Olvido, haga un serio estudio para determinar los nombres de estos primeros asesinados por la metralla de la satrapía y sean también los primeros resarcidos en su honor y colocados en un merecido epitafio para la memoria histórica, tal cual como establece la novísima Ley .

 

2.- Los primeros liceístas que ofrendaron su vida en la lucha por la Liberación Nacional y el Socialismo. Tal como reza la letra del Himno Nacional, fue en Caracas, en el mes de octubre del año de 1961, cuando cayeron los primeros estudiantes de bachillerato bajo las balas asesinas del gobierno títere. Rudas Mezones, de apenas 15 años cursante del Segundo año del Liceo, Luis Espelozín de Catia fuera abatido a balazos en la Plaza San Juan, en la Avenida San Martín en una manifestación pacífica que exigía la restitución de las Garantías Constitucionales, suspendidas el mismo día de la Promulgación de la Constitución de 1961, o sea el 23 de enero de ese año. Semanas después, Edgar Márquez, de 17 años y cursante del Tercer Año del Liceo Manuel Palacio Fajardo, fuera asesinado en la Urbanización 23 de Enero, Zona Central y sede del desde ese momento aguerrido centro de estudios, en una manifestación que exigía cese a la represión y al despido de los educadores de izquierda.

 

3.-El primer estudiante universitario víctima de la represión de la Cuarta República.

 

En enero de 1962, se desata una Huelga Nacional del Transporte Colectivo, que se da inicio en San Cristóbal, capital del Estado Táchira, por las pésimas condiciones de trabajo de los conductores y el estado de las carreteras y avenidas del país. En Maracay, damos inicio a una manifestación solidaria con la Huelga del Transporte desde el Liceo Agustín Codazzi (en la Plaza Girardot) y hasta la Facultad de Agronomía de la UCV (en El Limón), ya en horas de la tarde estando en la sede del Centro de Estudiantes, decidimos bloquear la avenida que comunica a Maracay con El Limón y hasta allí se hacen presentes comisiones policiales que rodean el lugar, pero sin actuar. De pronto, se hacen presentes varias camionetas de la empresa CADAFE, llenas de bandas armadas del partido AD, las cuales la emprenden a balazos en contra de los estudiantes y cae abatido el compañero bachiller Pedro José Ramos Nuñez, con un proyectil en medio del corazón, tras la confusión, un grupo de estudiantes rescatamos el cadáver de Ramos y lo condujimos al Centro de Estudiantes, donde procedemos a su velatorio. El día siguiente los padres del asesinado que eran oriundos de la población de San Casimiro, deciden enterrarlo en ese lugar, pero permitiendo una manifestación desde la UCV (Maracay) hasta la Plaza Bolívar de la capital aragueña. El trayecto, se convierte en una batalla campal con las fuerzas policiales y al llegar a la plaza, los enardecidos compañeros de Ramos Nuñez procedemos al incendio parcial de la sede de la Gobernación del Estado, con el resultado de numerosos heridos y decenas de detenidos.

 

Con esta pequeña reseña, dejamos establecido que, el cumplimiento de los preceptos de la Ley Contra el Olvido, queda en manos de todos aquellos que nos sentimos herederos de los que con la ofrenda de su vida señalaron el camino hacia la Liberación Nacional y la construcción de una Venezuela distinta, donde el sueño de los héroes de los 60 se haga una hermosa realidad….HONOR Y GLORIA A LOS CAIDOS POR LA REPRESIÓN CUARTA-REPUBLICANA….HASTA LA VICTORIA SIEMPRE….PATRIA O MUERTE….!!!

19.10.11 Aporrea

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