Myra Lee MachadoEl pasado 20 de Junio se celebró el Día Mundial del Refugiado, alcanzando una cifra histórica: 60 millones de personas desplazadas por causa de los conflictos y la persecución. Es la peor situación desde la II Guerra Mundial. Y la cifra sigue en aumento rápidamente. Ante esta situación, muchos de los países con capacidad de ayudar a estas víctimas, cierran sus fronteras sin importar el destino de miles de hombres, mujeres y niños. También se criminaliza a los migrantes llamándolos pobres de los pobres, terroristas, bachaqueros, desempleados, etc. Para el Alto Comisionado para los Refugiados António Guterres esto es una peligrosa línea de acción, miope y moralmente incorrecta, y en algunos casos violatoria de los Convenios Internacionales.

“Lo que mide el carácter democrático de una sociedad no es la forma de consenso o participación que alcanza; es la calidad de las diferencias que reconoce, que maneja, la intensidad y la profundidad del diálogo entre experiencias personales y culturas diferentes entre sí”

En el caso venezolano la restricción por parte del Estado del acceso al refugio y las masivas deportaciones a Colombia evidencian violaciones de derechos. En un clima de alta polarización, violencia, escasez y dificultades para acceder a los servicios básicos, las declaraciones y acciones del alto gobierno venezolano sobre la situación de la migración colombiana deben ir dirigidas al respeto de los Derechos Humanos de los migrantes, claramente establecidas en diversos instrumentos jurídicos tanto nacionales como internacionales, y que tenga como finalidad favorecer una cultura de respeto, inclusión, tolerancia, sin importar la raza, condición social o el origen étnico.

Parece hoy más que nunca importante recordar a Alain Touraine cuando designa al inmigrante como la figura emblemática de la sociedad moderna. “El inmigrante está a la vez integrado y es ajeno a la sociedad en que vive, y ésta debe reconocer su experiencia y su palabra, debe vivir su presencia no como una amenaza, sino como el retorno de una parte de la experiencia humana de la que esta sociedad se había privado o había perdido”

El inmigrante es la figura central porque nos da la respuesta a la lucha que libra la democracia hoy en día. Y es que para Touraine la razón de ser de la democracia es el reconocimiento del otro. “Lo que mide el carácter democrático de una sociedad no es la forma de consenso o participación que alcanza; es la calidad de las diferencias que reconoce, que maneja, la intensidad y la profundidad del diálogo entre experiencias personales y culturas diferentes entre sí”

Así como dicen los niños del video de Acnur: No importa de donde vengan

Notas

Touraine Alain (1995) ¿Qué es la Democracia? México: Fondo de Cultura Económica.

Declaración del Alto Comisionado para los Refugiados Antonio Guterrez http://www.acnur.org/t3/noticias/noticia/declaracion-del-alto-comisionado-antonio-guterres-con-ocasion-del-dia-mundial-del-refugiado-2015/

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