Tras el nefasto 16 de diciembre de 1999, cuando el ímpetu de la naturaleza se impuso reclamando su espacio en Vargas, durante varios días de pánico, zozobra y desolación fuimos testigos de un gran despliegue y movilización de los cuerpos de seguridad del Estado; Protección Civil, Fuerza Armada, grupos de rescate, Bomberos, voluntarios y hasta un perro (Orión) gestaron una labor heroica dirigida a salvar vidas y garantizar el orden público. Sin embargo, se hizo de la mejor manera? Se pudo reducir el número de víctimas fatales y desaparecidos? Estamos preparados para afrontar terremotos, huracanes u otro evento extremo de la naturaleza? La respuesta no luce muy alentadora, no obstante, la idea de cohesionar esfuerzos apenas comienza.

Ante los lamentables eventos ocurridos en Chile y Haití, hay que advertir que la población caraqueña se encuentra bajo amenaza sísmica, según el mapa de zonificación Sísmica (Norma Covenin 1756-98, 2001) de la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (FUNVISIS), aunado a la baja calidad de la construcción características de los barrios y la creciente densidad poblacional, coloca en alta vulnerabilidad a los ciudadanos y ciudadanas muchos de los cuales admiten no estar preparados para enfrentar un terremoto de esta magnitud. Expertos consideran que zonas como San Bernardino, Los Palos Grandes, Sebucán y Los Chorros son lugares altamente vulnerables ante un evento sísmico, sin embargo, las construcciones de viviendas improvisadas en zonas como Blandín, Nuevo Horizonte, Petare, Caricuao, Macarao, Las Adjuntas, La Vega, San Agustín del Sur y Cementerio, hacen de Caracas una verdadera bomba de tiempo.

Labor del Estado

De conformidad con el artículo 55 de la Constitución Nacional “Toda persona tiene derecho a la protección del Estado a través de los órganos de seguridad ciudadana regulados por ley, frente a situaciones que constituyan amenaza, vulnerabilidad o riesgo para la integridad física de las personas, sus propiedades, el disfrute de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes…”. En tal sentido, el 15 de noviembre de 2009, Venezuela y Rusia firmaron un acuerdo para fortalecer el funcionamiento del Centro Nacional de Prevención y Administración de Desastres (CENAPRAD) que será el componente técnico científico de mitigación, prevención y reducción de riesgos y actuación en casos de emergencia, éste centro contará con salas situacionales lo cual representa un proyecto de gran envergadura para dar respuesta a la deuda constitucional que aun mantiene con los venezolanos y venezolanas en esta materia. La rectoría de CENAPRAD está bajo las riendas de la Gerencia de Proyectos de la Dirección Nacional de Protección Civil, organismo adscrito al Ministerio el Poder Popular para el Interior y Justicia.

Junto a esta iniciativa se debe incorporar la labor de los Ministerios del Poder Popular para la Comunicación e Información, Ciencia y Tecnología, Cultura y Educación, con el fin de informar y educar a la población sobre el quehacer antes, durante y después de un terremoto, esa orientación debe guardar una estrecha relación con la actuación de los órganos del Estado, inclusive con la ayuda internacional (si a todo evento se les permite entrar al país), como la Cruz Roja Internacional y la participación de los medios de comunicación. Asimismo se requiere una constante evaluación y cumplimiento de la Normativa Sismorresistente para las edificaciones, construcciones informales e industriales, la urgencia de un plan de ordenamiento territorial y la implementación de un sistema de cohesión preventiva entre el binomio Estado – Sociedad.

A prueba de todo Riesgo

Nuestro país cuenta con un importante contingente de venezolanos y venezolanas que con valentía y profesionalismo poseen la preparación y la capacidad de prestar respuesta inmediata ante cualquier emergencia, empleando técnicas de rescate en estructuras colapsadas así como en áreas de difícil acceso y rescate vertical, inclusive hasta en rescate de montaña; entre ellos resalta la destacada labor de Protección Civil, Bomberos de Caracas, Bomberos Universitarios, y en particular el constante entrenamiento desempeñado por el Grupo de Rescate de Caracas.

¿Qué debemos hacer antes, durante y después de un sismo?

Es necesario que el Estado implemente un sistema de información masiva y adecuada a todas las comunidades, para promover la cultura de formación preventiva, a tal efecto, Funvisis recomienda:

Antes: 1) Elaborar un plan de contingencia, con sus familiares, vecinos, el cual permita precisar las acciones a realizar por cada integrante familiar o de la comunidad. 2) Seleccionar un lugar abierto y seguro donde acudir después del sismo. 3) Se debe disponer de un lugar fijo donde serán colocadas las llaves de la puerta de salida. 4) Prepare un morral que incluya un botiquín de primeros auxilios, comida enlatada, destapador, pito y linterna. 5) Visualizar los objetos pesados que puedan caer.

Durante: 1) Reaccione con seguridad y tranquilice a las personas de su entorno. 2) Si está bajo techo, protéjase debajo de una mesa, escritorio, o cama resistente, en su defecto, colóquese bajo una viga, columna o una esquina de la edificación en posición fetal. 3) Retírese de ventanas, espejos o puertas de vidrio. 4) Si está en la playa, salga del agua rápidamente, retírese de la orilla y sitúese en un lugar elevado. 5) Si esta en silla de ruedas y bajo techo, colóquese bajo una viga o columna.

Después: 1)Active el plan de emergencia. 2) No use los ascensores, podría quedar atrapado. 3) Procure no caminar descalzo. 4) Encienda la radio y escuche las recomendaciones de la autoridad y acátelas. 5) Colabore en el rescate de los heridos. 6) En caso de quedar atrapado, mantenga la calma, pida ayuda o utilice el pito.

German José Mora Medina

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