Hoy se da inicio al período de sesiones ordinarias en el Parlamento venezolano. Disponen los diputados de 3 meses para honrar una agenda de 21 leyes programada al inicio del período, de las que solo han aprobado 2. Un fracaso de gestión a la fecha que solo puede ser subsanado a punta de madrugonazos de leyes que se aprueben sin consulta, generando adefesios jurídicos que en nada cambiarán el estado de cosas, pudiendo incluso agravarlas. O reconociendo que la metodología no ha sido la más feliz y rectificando. Ya no para cumplir con la hechura de 19 leyes en 3 meses. Casi 6 por mes. Sino para reconocer que por el camino que se va, este Parlamento es un fracaso para el país.
Ayer un conjunto de 7 organizaciones no gubernamentales presentamos al país «Monitor Legislativo» (http://monitorlegislativo.net/) una iniciativa ciudadana que en reconocimiento de la importancia del Poder Legislativo, nos hemos dado a la tarea de organizarnos para dar seguimiento a la actividad y funcionamiento de la Asamblea Nacional. Los hallazgos a la fecha son demoledores.
Cuestiones tan básicas de rendición de cuentas, como asistencia parlamentaria a plenarias y sesiones de las comisiones no son públicos. Tampoco son publicados en la página web de la Asamblea Nacional todos los proyectos de ley en discusión, única posibilidad de hacer genuina la participación real de los ciudadanos. El Parlamento en una democracia tiene un rol capital de contrapeso que jugar y debe ser abierto a sus ciudadanos. Una y otra perspectivas son inexistentes en la Asamblea Nacional.
En efecto, las funciones de «check and balance» sobre el resto de las instituciones del país también son funciones inexistentes en esta Asamblea Nacional, como ha quedado de manifiesto en la Comisión de Política Interior y en la de Defensa y Seguridad. Donde estamos seguros ni un solo diputado tiene cifras oficiales de homicidios y secuestros en el país, cifras de armas y municiones legales que se producen y las que están en manos de la población civil, como para dar un debate serio de seguridad ciudadana.
Esa solo función amerita la exigencia de estas dos comisiones al ministro de Interior y de Justicia a que las presente. Y qué hablar de seguridad nacional y el rol de la Fuerza Armada Nacional.
Con el inicio de la actividad parlamentaria ordinaria en la Asamblea Nacional, estaremos desde «Monitor Legislativo» ejerciendo a través de «Control Ciudadano» (http://www.caontrolciudadano.org) mas allá de la vigilancia en la producción legislativa; incidencia en varios temas esenciales que creemos deben incorporarse en la agenda de trabajo de control sobre la Fuerza Armada Nacional en estos momentos: La partidización de cara a las elecciones del 2012.
La milicia inscrita en el PSUV custodiando los centros electorales del país. El nivel de inoperatividad de los medios militares y los accidentes ocurridos en los últimos 5 años, así como la injerencia extranjera en asuntos de seguridad nacional y un tema moral, la deuda de seguridad social con los hombres y mujeres de la Fuerza Armada Nacional. También un asunto del que poco se habla: el rol del contralor de la FAN, que nada audita y a nadie parece auditar… (Tal Cual, 15.09.11)