El gobierno cerró y expropió comercios acusándolos de especulación. Estos comerciantes eran dueños de  mercancías (neveras, alimentos, etc.) que habían comprado con dólares preferenciales a Bs 2.150 (Bs.F 2,15) y los pretendían vender como si los hubiesen comprado con dólares a Bs. 4.300 (Bs.F 4,30), duplicándoles el precio, obteniendo ganancias fruto de la especulación. En ese sentido no cabe duda del carácter usurero y hambreador de los comerciantes. Hasta aquí todo está muy bien.

El gobierno, en su condición de administrador de los ingresos petroleros, es dueño de una mercancía que se llama dólares y que recibe diariamente por vender otra mercancía que se llama petróleo. El dinero en su forma de moneda o billete es otra mercancía más, que sirve para establecer el precio de las otras mercancías. Cualquiera mercancía del mercado puede jugar ese papel. El trueque que propone el gobierno y que ha existido desde la antigüedad es precisamente un cambio de mercancías sin necesidad del dinero.

Pues bien, el viernes 8 de enero pasado el presidente Hugo Chávez, en su condición de administrador y dueño de los dólares del gobierno,  anunció que a partir del lunes 10 de enero  él vendería su mercancía (los dólares del petróleo)  “para sectores prioritarios como salud y alimentación a 2,6 bolívares/dólar y otro llamado “dólar petrolero” de 4,3 bolívares/dólar para otros rubros como el automotriz, comercio y telecomunicaciones.”. De esta manera el gobierno como cualquier comerciante poseedor de mercancía decidió de la noche a la mañana vender sus dólares a Bs.F 2,60 y 4,30. Pero claro, esto no se llama especulación sino “ajuste cambiario”, mejor conocido como devaluación.

A los comerciantes se les expropia y cierra sus negocios por pretender obtener más dinero por una mercancía que ellos habían comprado a un precio inferior y por ello es correcta la medida, pero en cambio al gobierno que hizo exactamente lo mismo con su mercancía para idénticos fines: ¿Quién lo expropia? ¿Quién lo cierra? De tal manera que el Bolívar Fuerte, que se le vendió a la población como el gran remedio para los males económicos del país, resultó más débil que el “otro bolívar”.

Esta devaluación indudablemente beneficia a una minoría, empezando por el gobierno, los inversionistas extranjeros, a los que les debemos en dólares, a quienes exportan y otro reducido número de especuladores que pescaran en rio revuelto y que aumentarán sus ingresos recibiendo más bolívares por los mismos dólares. Pero cómo afecta al trabajador, al jubilado y en general a todo aquel que vive de un sueldo, un salario o una pensión que se le paga fija en bolívares. Muy sencillo, seremos nosotros los que terminaremos pagando esta especulación que enriquecerá más al gobierno, los capitalistas, los inversionistas extranjeros y en general a los especuladores.
Saquemos cuentas

Todos recordamos que cuando se aumentó en el 2009 a Bs.F 960 (960.000) el salario mínimo en Venezuela, la propaganda oficial no se cansó de repetir que ahora el trabajador venezolano tenía el salario mínimo más alto de América Latina. En efecto, si dividimos Bs.F 960/2,15 tenemos que ganábamos 446, 51 dólares mensuales. Pero resulta que ahora y hasta el 1 de marzo seguiremos ganando lo mismo, pero el dólar subió en un promedio conservador a 3,22 Bs por dólar [1], lo que supone que de la noche a la mañana y por arte de magia nuestro salario bajó a no menos 297,67 dólares (960/3,22).

Qué significa esto para el trabajador, el pensionado o empleado que tienen como dicen los economistas una renta fija (no pueden aumentar sus ingresos por que reciben un salario o pensión que aumenta solo una vez al año, a diferencia del industrial, comerciante o gobierno que como dueños de mercancías pueden aumentar el precio de las mismas y aumentar sus ingresos). Saquemos algunas cuentas:

Ud. ganaba 446,51 $/mes, equivalentes a 14,88 $/diarios o 1,86 $/ hora. Ahora Ud. Gana 297,67 $/mes, o 9,92 $/diarios o 1,24 $/ hora. En otras palabras, ahora Chevron, Repsol o cualquier inversionista extranjero tiene una mano de obra más barata en Venezuela y tienen que traer menos dólares para sus inversiones. Hoy Ud. tiene la explicación de porqué en septiembre del año pasado el “malvado» Fondo Monetario Internacional (F.M.I.) le prestó al Estado venezolano un poco más de 3.400 millones de dólares y porqué luego de un año de negociaciones es cuando las compañías petroleras terminaron firmando los nuevos acuerdos petroleros. Todos sabemos desde el siglo pasado que el F.M.I. para sus préstamos pone como primera condición la devaluación de la moneda. Se lo hicieron a C.A.P y a Caldera. Por qué con Chávez iban a hacer la excepción.

Pero saquemos otra cuenta más clara: Ud. gana  Bs.F 960/mes, o 32/día o 4/hora. Cuando Ud. iba a la bodega o al supermercado y compraba un litro de leche en 2,40 eso significaba que Ud. tenía que trabajar 2,40/4=0.60 horas para comprarse el litro de leche. En términos sencillos, a Ud. le costaba 36 minutos de su jornada laboral para obtener un litro de leche. Ahora el litro de leche cuesta 3,20 lo que significa 3,20/4= 0,80 horas, de tal manera que ahora Ud. por el mismo litro de leche tiene que trabajar 48 minutos. ¿Ve cómo se está reduciendo la pobreza? Sencillamente mientras que el gobierno, empresarios y comerciantes a través del aumento de precios de sus mercancías incrementan sus ingresos, el trabajador tiene que trabajar más, buscando otro empleo, matando tigres o el jubilado apretarse el cinturón.

Pero Ud. me dirá: «¡Alto!, el gobierno pensando en el trabajador decretó un aumento salarial del 10% para el 1 de marzo que lo eleva a Bs.F 1.060». ¡Muy bien! Eso significa que Ud. gana ahora 35,33/día o 4,42/hora. La leche sigue costando 3,20/4,42=0,72 hora, aparentemente el litro de leche le costará 43, 2 minutos de su jornada de trabajo. Pero, ¡ojo!  Fíjese que aún con el aumento salarial de los 36 minutos que le costaba el litro antes del 8 de enero, ahora le cuesta 43,2 minutos, lo que significa que esos siete minutos demás que le cuesta, significa un aumento del 20 % en su salario medido en tiempo de trabajo.

Pero Ud. se olvida de que antes del 1 de marzo los precios aumentan como fruto de la inflación conocida y solo en el mes de Enero año 2010 la Inflación en el Estrato I, es decir, el estrato más pobre de la población se ubicó en 2%; suponiendo conservadoramente que en febrero subirá lo mismo, tenemos que para cuando a Ud. le suban el salario, ese aumento se lo comió en un 4% de tal manera que los 1.060 Bs.F que recibirá solo valdrán 1.017,6 Bs.F. Esto significa que ahora su salario es de 33,92/dia o de 4,24/hora. Entonces el 1 de marzo cuando Ud. con el nuevo salario compre el litro de leche, éste le costará en tiempo de trabajo: 3,20/4,24= 0,75 hora, algo así como 45 minutos y espere hasta septiembre cuando le vuelvan a aumentar.

Cómo ve, el gobierno, sus ministros de Finanzas, Planificación, Banco Central y los empresarios saben sacar muy bien las cuentas a la hora de joder al trabajador. Es cierto, le suben el salario nominal, pero le bajan el salario real. De tal manera que Ud. ganando más, come menos, de peor calidad, tiene que trabajar más y según el gobierno la pobreza se está reduciendo. ¡Claro, si nos matan de hambre, los pobres se reducen!

Nota:

[1] Este es el aumento promedio entre las mercancía que se importaran con dólar a 2,60 y con dólar a 4,6. Es un cálculo muy conservador porque no se incluyen las que se importan a dólar libre o permuta (6,90) que según cifras oficiales estarían rondando el 15%.

[*] Pablo Hernández Parra / E-mail: [email protected]

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