El pasado 22 de marzo en Washington los países de la Organización de Estados Americanos se reunieron para que cada país presentara los avances dados en el cumplimiento de la Convención Interamericana Contra la Corrupción. Venezuela ha sido evaluada en tres oportunidades: julio 2004, junio 2007 y hace cuatro días. Es importante destacar que en esta reunión las organizaciones de la sociedad civil interamericana tienen la oportunidad de presentar los informes alternativos a los Estados. La mañana del lunes 22 varias organizaciones presentaron su visión sobre cómo algunos países vienen implementando las normas de la Convención y las recomendaciones de las reuniones de evaluación. Es lamentable la posición de la representación venezolana encabezada por la subcontralora Avelina González, quien se retiró de la reunión cuando la sociedad civil latinoamericana exponía sus puntos de vista.
La sociedad civil venezolana tuvo que estar presente como oyente como consecuencia del veto que desde hace varios años el gobierno realiza contra la organización Transparencia Venezuela. Ello no impidió que se distribuyera a los países y organizaciones sociales el informe elaborado por esta organización, donde se reflejan los avances y principales problemas en el cumplimiento de la Convención.
El combate a la corrupción es importante en cualquier sociedad. Ya está reconocida la perniciosa relación que hay entre desigualdad y corrupción, entre pobreza y corrupción. Se conoce cómo la corrupción afecta el día a día de importantes sectores de la población, cuando dineros públicos destinados a mejorar un servicio de salud, construir una vialidad o reparar una escuela, van a parar a los bolsillos de los particulares.
Por ello es fundamental exigir a los poderes públicos del Estado venezolano que sean rigurosos en el cumplimiento de la Convención. Entre las principales recomendaciones realizadas al gobierno de Venezuela por la Secretaría de Seguimiento está la de fortalecer la participación de la sociedad civil en el control de la gestión del Estado en todos los niveles. Por lo tanto, resulta contradictorio que en el seno de la OEA se continúe obstaculizando la participación de la sociedad civil venezolana y se desprecien los aportes que puede dar a la lucha contra la corrupción.
Marino Alvarado
Coordinador General de Provea