Para muchos y muchas, el Hip Hop es una forma de expresión vinculada a delincuencia, drogas, pobreza y otros elementos sesgados y discriminatorios de lo que realmente es un movimiento cultural urbano que representa la lucha por la reivindicación de derechos humanos (aunque no siempre se le coloque ese nombre). El Hip Hop, en sus cuatro elementos: Rap, Break Dance, Dj y Graffitis, representa un movimiento sociopolítico, artístico y cultural de carácter pacíficamente combativo, que a través de las diversas representaciones que adopta para enarbolar la bandera de la lucha social, logra hacer del dominio público las carencias de nuestra sociedad, a través de un mensaje diferente, refrescante y creativo. Es precisamente este carácter reivindicativo que lo vincula, sin querer o queriendo, con el movimiento de derechos humanos; tiene el mismo objetivo aunque lo alcanzan a través de medios diferentes. Publicitar las necesidades de la población y la promoción y defensa de los derechos humanos contienen la misma esencia radicada en favorecer a los grupos sociales más vulnerados tradicionalmente y buscar alternativas para mejorar sus situaciones de vida y alcanzar la tan anhelada dignidad del ser humano, y es allí donde el Hip Hop juega un rol fundamental al utilizar sus bailes, ritmos y liricas para luchas desde y para los y las mas desasistidas.
Face ekp y Pantera
Un ejemplo de ello lo encontramos en grupos regados por todo el país que hacen vida de este colectivo cultural, que sirven como testimonios vivientes de lucha y sobrevivencia dentro de una sociedad discriminatoria y excluyente de “lo diferente” y que han tomado esos elementos de vulnerabilidad, de que han sido víctimas en muchas ocasiones, para convertirlos en arte y protesta; han pasado de la pasividad a un accionar creativo por la reivindicación de sus derechos en una óptica que trasciende lo individual hacia lo colectivo. Nuestra sociedad definitivamente sigue siendo víctima de prejuicios hacia las personas que hacen del Hip Hop su forma de vida, pero expresiones como las que encontramos en el Núcleo Endógeno Tiuna el Fuerte (El Valle), Face ekp y Pantera (Caricuao) demuestran que efectivamente estamos equivocados. En el caso de Face ekp y Pantera por ejemplo, encontramos canciones con letras cargadas de ideología social, de un sentimiento por cambiar eso que se considera erróneo y unas ganas de cambiar lo tradicionalmente aceptado como bueno, especialmente aquello que de alguna manera es violatorio de los derechos humanos. Su cercanía a los barrios y a los grupos que tradicionalmente han y siguen siendo excluidos de la sociedad caraqueña, demuestra empatía por sus raíces y orígenes. Es reconfortante ver a estos dos jóvenes en una tarima prendida de emociones, críticas sociales y con alternativas para cambiar al mundo, y que cuando se bajan no alteran en nada su percepción de la vida y la lucha social que manifiestan en sus canciones. Pero más gratificante es verles poniendo el ejemplo de la inclusión social cuando se sientan con los niños y niñas de las comunidades, que se les acercan por curiosidad a los tatuajes, trenzas en el pelo y vestimenta, al explicarles lo que significa el Hip Hop de una manera sencilla y hacerles ver que son como cualquier persona independientemente de su apariencia, pero también llamando su atención sobre los problemas de la sociedad para que tomen conciencia. Es en ese momento que comienzan a promover los derechos humanos, en este caso la inclusión y no discriminación; allí la vinculación entre ambos mundos que se alimentan entre si de una manera casi indivisible. Forman parte uno del otro: El Hip Hop promueve la plena vigencia de los derechos humanos en nuestra sociedad actual y los derechos humanos requieren de un medio para fortalecerse y difundirse de una manera creativa.
Reflexionemos
Debemos atrevernos a defender nuestros derechos de una manera innovadora y acorde a nuestros tiempos y el Hip Hop ofrece en su concepción e ideología una vía idónea para ello. No hay que tener miedo a lo “diferente”, porque generalmente allí se encuentra la riqueza de lo que nos puede gustar.
Historia del Hip Hop
El hip-hop como música surgió a finales de los años 1960, cuando las fiestas callejeras en los barrios negros de la ciudad se volvieron frecuentes en Nueva York, especialmente en el Bronx, debido a lo poco accesibles que resultaban para su gente los clubes y discotecas que había en zonas pudientes de la Gran Manzana. a raíz de fiestas que se solían hacer en los barrios negros de la ciudad. Los ritmos más populares que acompañaban estas fiestas, en las que había música y baile, eran soul, funky o disco. Ahora bien, cuando acababa la percusión, los que ponían los discos (hoy conocidos como Dj’s) aislaban los ritmos y los cantantes seguían recitando e improvisando sobre esas bases. Poco a poco, con técnicas como la mezcla de audio y el scratching (mover el disco hacia delante y hacia atrás, consiguiendo diversos efectos), se evolucionó notablemente y se fue acercando cada vez a lo que actualmente conocemos. Y con esta evolución también apareció un estilo de baile nuevo en las fiestas: El Break Dance. Se pensó durante toda la década de los 80′ y parte de los 90′ que el hip hop sólo era una moda pasajera y que desaparecería, pero todo lo contrario. No sólo no ha desaparecido, sino que varios estilos de música han salido de él: mainstream, gangsta rap, electro hop, hip hop latino.
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(05.12.10) Diario La Voz