Mientras veíamos la hermosa cadena presidencial donde se vestía el ataúd donde descansa eternamente el padre de la patria, Simón Bolívar, El Libertador. Eran sacados esposados desde el Fuerte militar Macoa en La Villa del Rosario del estado Zulia, los Caciques Yukpas Sabino Izarra, Olegario Romero y Alexander Fernández.
Todos fueron llevados a la fuerza en contra y desafío abierto a las comunidades Yukpas allí presentes, quienes se opusieron abiertamente a este inconstitucional traslado, esta vez hacia la base militar Tres Matas en la localidad del mismo nombre, en la dura y caliente carretera panamericana, entre Agua Viva y Valerita, allá en las tierras donde Bolívar y Murillo se abrazaron en encuentro heroico, el estado Trujillo.
Fue transportado el Cacique Sabino Izarra y sus compañeros Olegario y Fernández en contra de su voluntad, impera la fuerza. Todo esto en pleno cumpleaños del Libertador, Simón Bolívar.
Al igual que lo hicieron el día de la resistencia heroica, el 12 de octubre del 2009 donde entregaron bajo un fuerte despliegue militar las nuevas demarcaciones limítrofes, donde les roban sus tierras ancestrales, ahora, siendo este 24 de julio cuando se arropa a Bolívar con una nueva bandera, confeccionada entre otros por manos indígenas se arremete nuevamente en contra de nuestros originarios.
El acceso a la justicia es desigual, injusto, inoportuno y muy duro contra el débil jurídico, contra los pata en el suelo, contra quienes no tienen millones como los Zuloaga y Merzehane, quienes hoy disfrutan lo robado a cientos de ahorristas por los beneficios judiciales que salieron desde la Fiscalía General y convalidaron los tribunales de la republica.
Esta es la desafiante respuesta que dan desde el máximo tribunal de la nación ante el reclamo que hacen los indígenas apostados de manera permanente en las afueras del TSJ. Ahora el llamado de nuestros indígenas ante magistrales abusos es la toma definitiva por parte de todas las comunidades indígenas nacionales, contra quienes tienen secuestrada la justicia venezolana.
Ante la impunidad y complicidad nacional, este problema masivo evidencia los atropellos de los ganaderos, quienes hoy siguen robándose las tierras que por tradición histórica les pertenecen a estas comunidades.
Convalidados con los abusos de Corpozulia quienes han entregado y negociado sus tierras para el disfrute de la ganancia minera.
¡Seguimos exigiendo libertad inmediata para el cacique Sabino Izarra y sus compañeros, así como para el estudiante universitario y revolucionario, Williams Sanguino!
Miguel A. Jaimes
Publicado en Aporrea