Los servicios de inteligencia en un país deben estar sometidos al control democrático y a resguardo del abuso político que pueda hacer la clase gobernante de ellos.
En Venezuela lamentablemente esto no es así.
Han quedado al margen del Estado de Derecho en su funcionamiento, como el resto de las instituciones del país y lo que es peor, están siendo utilizados para amenazar y en algunos casos criminalizar a su antojo a los ciudadanos críticos, opositores y disidentes en Venezuela.
Los representantes de las ONG de Derechos Humanos desde hace tiempo venimos siendo criminalizados en Venezuela de manera generalizada, sin embargo esta semana, se ha profundizado esta situación en entrevista concedida al canal del Estado por el ministro de Interior, Justicia y Paz Miguel Rodríguez Torres donde se refirió a mi persona en los siguientes términos: «Personas como Rocío San Miguel que en estos días la escuchaba yo hablando de derechos humanos y Fuerza Armada. De ella te puedo decir que es una operadora de la CIA en Venezuela, lo puedo comprobar», explicando acto seguido que adelantamos una «campaña psicológica» para restar mérito al plan de seguridad que implementa el gobierno.
¿Qué cabe esperar Ministro después de semejante acusación?
Van 5 años de persecución inclemente en mi contra. Desde el año 2008 cuando logramos activar a la sociedad y medios de comunicación social para obligar al Presidente de la República a derogar la «Ley Sapo», o en cada ocasión que adelantamos alguna denuncia importante contra políticas publicas o hechos vinculados a la seguridad, la defensa y la Fuerza Armada Nacional que atentan contra la Constitución.
Desde entonces han intentado asesinarme con hombres encapuchados y armas largas, han entrado a mi casa, amenazado de muerte a mi menor hija, hackeado todos mis correos electrónicos y cuenta de twitter, intervenido permanentemente mis correos electrónicos y conversaciones telefónicas de manera indeterminada en el tiempo….
Rodríguez Torres: ¿Qué puede hacer un ciudadano frente a tu inmenso poder, el de un general de la república, que controla todas las policías del país y el servicio bolivariano de inteligencia nacional sin control democrático de ninguna naturaleza?
La verdad poco.
Por ahora solo te digo que tengo el indeclinable propósito de continuar siendo una venezolana comprometida en mi acción con las libertades fundamentales a las que los ciudadanos tenemos derechos entre ellas la de la crítica, la protesta, el disenso y la oposición al poder cuando este fracasa.
Además de una ciudadana aferrada a los principios de la democracia y el valor del respeto al estado de derecho sin transacciones ni chantajes posibles.
Pues creo firmemente como dijo Albert Camus en una ocasión: «La tiranía totalitaria no se edifica sobre las virtudes de los totalitarios sino sobre las faltas de los demócratas»… De manera que tú veras hasta dónde serás capaz de llegar en mi contra… (Tal Cual, 25.07.13)