1.- Siempre, antes y ahora, los responsables a Nivel Nacional, de asignar recursos presupuestarios, han sido “pichirres” con el Sector Agua; ese hecho explica las deficiencias que en todo el país presenta dicho Sector. Cualquier duda sobre lo señalado, se aclara al comparar con los presupuestos históricamente asignados al Sector Vialidad y Transporte.
2.- Las limitaciones presupuestarias impiden ejecutar las obras costosas y complejas que resolverían por un largo período la falta de agua en muchas ciudades. Por presión de la comunidad, autoridades de diferente nivel –nacional, regional o local- ejecutan obras de alcance limitado, para atender demandas locales de agua. Estas obras, generalmente pozos, son económicamente ineficientes pues tienen elevada relación costo/beneficio.
3-Una investigación rigurosa, sobre el estado actual de los pozos construidos en el pasado en muchas ciudades, revelaría que su construcción, para resolver la falta de agua, en sectores pequeños, no fue una decisión acertada. Muchos de esos pozos fueron abandonados y los que permanecen activos tienen producción insignificante.
4.-La falta de agua, con razón se trata como emergencia, y se resuelve, con criterio de ”urgencia”, en muchos casos mediante pozos, posponiendo indefinidamente lo “importante”, ejecutar las obras que resuelven definitivamente el problema. Es necesario estar alerta, la necesidad de agua tiene tal importancia, que el costo de construir pozos, puede ser “una buena excusa para gastar unos reales”, aunque no resuelva el problema.
5.- Las pérdidas de agua, que por falta de mantenimiento, se producen en las obras de captación, conducción y especialmente de tratamiento, reducen el caudal suministrado a la ciudad, en algunos casos en volúmenes significativos. Eliminar estas pérdidas permitiría atender sectores que carecen del servicio de agua. Aunque las acciones correctivas para eliminar las pérdidas señaladas, son relativamente económicas; considero poco el esfuerzo que se hace con este propósito.
6.- Como consecuencia de la conducta impropia de los usuarios y defectos en el funcionamiento de artefactos sanitarios, se origina derroche y pérdida de agua en las edificaciones, que incrementan apreciablemente la demanda de agua. Corregir la situación señalada, y lograr consumo racional del recurso, permitiría disponer de un mayor caudal e incrementar la población servida por el acueducto.
7.-Resulta difícil entender que las Autoridades del Sector Agua, no hayan exigido y/o estimulado la instalación de herrajes y artefactos, disponibles desde hace años, que permiten reducir en forma significativa el consumo de agua en edificaciones. El hecho es más criticable, si se tiene en cuenta que la instalación de esos dispositivos, tiene como beneficio colateral la reducción del consumo de electricidad en aproximadamente 30%.