La violencia consiste en ocasionar daños físicos, psicológicos o emocionales a una persona, generados por distintos motivos. La discriminación es una de las causas generadoras de violencia que se presenta con mayor frecuencia, y tiene que ver con despreciar a determinados grupos de personas por razones como color de piel, religión, sexo, condición social, orientación sexual, identidad de género, etc.

 

El fenómeno de la discriminación está asociado con prejuicios, estereotipos y representaciones sociales que muestran a determinados grupos como inferiores, anormales, merecedores de desprecio y burlas. Los estereotipos reproducen el imaginario colectivo al consolidar generalizaciones como “los pobres son delincuentes”, “las personas homosexuales son promiscuas y enfermas”, “los raperos son malandros”, “hay que desconfiar de los colombianos”, etc. Los estereotipos no siempre son negativos, pero cuando lo son, fomentan los prejuicios y generan violencia.

 

Igualdad vs. Discriminación

 

El artículo 21 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela consagra el derecho a la igualdad, señalando que: “Todas las personas son iguales ante la ley; en consecuencia: 1. No se permitirán discriminaciones fundadas en la raza, el sexo, el credo, la condición social o aquellas que, en general, tengan por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio en condiciones de igualdad, de los derechos y libertades de toda persona…”. Pese al reconocimiento constitucional del derecho a la igualdad, muchas personas sufren tratos discriminatorios, que van desde insultos hasta agresiones físicas, e incluso la muerte.

 

El derecho a la igualdad ante la ley es responsabilidad del Estado y, en este sentido, puede ocurrir que sean agentes del Estado quienes ilegítimamente discriminen, como en el pasado, lejano y también reciente, ha ocurrido por razones políticas, religiosas o étnicas, entre otras. Sin embargo, la discriminación también ocurre entre particulares, pero de igual forma es responsabilidad del Estado tomar medidas, correctivos y sanciones para prevenir la discriminación, tanto en la esfera pública como en la privada.

 

La discriminación es un problema actual

 

Aunque puede parecer cosa del pasado, la discriminación sigue estando presente en nuestros días. Además, es necesario tener en cuenta que la violencia discriminatoria opera muchas veces de manera simbólica y sutil, pero no por ellos menos nocivas para quienes la sufren.

 

La acción del Estado es fundamental para prevenir y erradicar la violencia y la discriminación, con iniciativas como la promulgación de la Ley Orgánica contra la Discriminación Racial, la creación de la Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme, así como las sanciones impuestas por el Indepabis a locales nocturnos con políticas discriminatorias. Estos esfuerzos son importantes, pero hacen falta políticas públicas en materia de educación y derechos humanos para lograr avanzar en la lucha contra la discriminación en Venezuela.

 

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