Por la obligación social de informar y asesorar con voz publica a la ciudadanía, de los problemas que competen profesionalmente a nuestro gremio, hemos considerado de vital importancia pronunciarnos ante el país, debido a las implicaciones que tendrán algunos aspectos contenidos en la Gran Misión Venezuela, donde en su mensaje y texto, se distorsionan conceptos y propuestas, que lejos de concretar soluciones progresivas al desarrollo urbano y la vivienda, las colocan dentro de una premura y un contexto que conduce a lo incumplible y, que lamentablemente nos llevarán a una nueva frustración social y política, especialmente a la población más pobre que vive en todos los barrios del país.
¿Por qué?
- Porque es una discrecional iniciativa impuesta por el Presidente.
La Gran Misión Vivienda Venezuela es una iniciativa del Presidente de la República, promovida y de su responsabilidad exclusiva, apoyada por sus ministros del sector y lanzada como flecha esperanzadora para tratar de subsanar los fracasos sistemáticos que se han evidenciado durante su gobierno durante estos doce años de promesas incumplidas en el área de desarrollo urbano y vivienda.
- Porque por su falta de sustentación ya se anuncia como un nuevo fracaso.
Los fracasos que comenzaron lamentablemente con la habilitación integral de los barrios en 1999, las promesas durante la gestión militarizada en la vivienda entre el 2001 y 2003 con el Plan Bolívar, continuada con el programa “ La Revolución de la Vivienda”, “La Misión Vivienda y Hábitat” (2004), y en el 2005 : “La Misión Avalancha”, con el compromiso de patria o muerte con la vivienda; seguidas con el comprometedor y fracasado anuncio de 19 ciudades socialistas y “La Misión Villanueva”, hasta llegar hoy a la Gran Misión Vivienda Venezuela, la cual sólo representa una forma habilidosa de crear nuevos espejismos frente a una audiencia que se le desgasta como soporte electoral para el año definitorio electoral de 2012.
- Porque está apoyada en leyes de corte populista poco efectivas.
Todas las cinco leyes que respaldan a la Gran Misión Vivienda Venezuela tienen como propósito fundamental apoyar populistamente el incumplido compromiso del Presidente con las ofertas previamente descritas, las cuales independientemente de que existan algunos objetivos sociales plausibles, e inscritos en ellas para proteger algunos sectores de bajos ingresos de la población (damnificados, refugiados, desalojos, nuevas viviendas…) su finalidad teleológica, es exclusivamente electorera ante el desespero de mantenerse en el poder indefinidamente.
- Porque es una oferta engañosa y desesperada, imposible de cumplir.
Este desespero lo conduce a ofrecer el desideratum de dos millones de vivienda para el 2017, el cual posiblemente seria cumplible, si las relaciones con el sector productivo nacional vinculado a la construcción fueran abiertas, de concertación y con la seguridad jurídica que exige ese trabajo hacia el sector privado, y con las comunidades no dependientes de consejos comunales partidizados.
- Porque existiendo comprobada experiencia en el país en la construcción de viviendas, no es justificable la contratación de empresas extranjeras.
La obsesión de acosar sistemáticamente al sector privado con la finalidad de hacerlo desaparecer, conduce al Presidente y sus ministros del sector, a la contratación de viviendas con países extranjeros, los cuales bajo una condiciones de capitalismo salvaje, sólo permitirán la acumulación de capital privado en esas naciones, y no la generación de empleo masivo y riqueza en nuestro país.
Esta actitud, conduce además a la subestimación total de los productores de sistemas constructivos y profesionales de la ingeniería, la arquitectura y el urbanismo, a su desnacionalización, a ser desplazados por la de profesionales que no tienen el conocimiento de las condiciones locales de operatividad laboral, técnica, organizativa, administrativa y jurídica; restricciones que bien manejan localmente los nuestros con su comprobada eficiencia histórica. Eficiencia que tratan de empañar con aislados casos de especulación, los cuales deben y tiene que ser severamente castigados, previo juicios equilibrados.
- Porque no tiene sustento Técnico ni Urbanístico alguno.
La ausencia de una política de tierras urbanas esta conduciendo a que se desaten unilaterales y desbocadas expropiaciones, mas bien confiscaciones, sin distingos de la naturaleza, usos, compatibilzaciones y contextos donde se ubican. Esto conducirá a un mayor deterioro urbano al no haber en gran cantidad de casos, al menos en todos los conocidos públicamente en Caracas, a que se mezclen usos incompatibles en esos sectores y en otros del país. Pero más grave aún, que se dispongan de tierras ya incorporadas a las reservas naturales y ambientales, las cuales bajo ninguna justificación deben ser usadas para propósitos populistas y electoreros.
- Porque es fatídico en su menosprecio a los habitantes de nuestros barrios.
Finalmente, no por eso menos importante, queremos destacar la ausencia y repetida dejadez consciente del Presidente con los barrios del país, los cuales ni siquiera menciona en la Gran Misión Vivienda con programas concretos de urbanización, o preventivos de parcelas urbanizadas, para poder conocer la forma como compensará su déficit carencial de urbanización.
Pareciera que en las dos millones de viviendas a construir como desideratum , están incluidas el reemplazo de esta población en nuevas viviendas, lo cual nos retrotrae a la tesis ya sepultada como fue la de erradicación de ese patrimonio construido, al cual sólo le falta incorporar dentro de las áreas estables, lo que ellos no pueden hacer: Los servicios, los equipamientos, la infraestructura, accesibilidad peatonal, vial, para incluirlos como ciudadanos con verdaderos derechos y deberes al sector formal de las ciudades que los contienen.
Invitamos a los gremios vinculados con el tema de la vivienda y el desarrollo urbano, a pronunciarse frente al país sobre esta misión, la cual representa la gran bandera del espejismo nacional para captar electores en las próximas elecciones de diciembre de 2012.
Junta Directiva Nacional Colegio de Arquitectos de Venezuela