Varios centenares de presos siguen atrincherados en el Centro Penintenciario El Rodeo, donde enfrentamientos han dejado al menos 29 muertos hace casi un mes, informó a la AFP Carlos Nieto, director de la organización humanitaria «Una Ventana a la libertad».
«Todo sigue igual. Llevamos 20 días de intervención militar pero los reclusos siguen adentro, los guardias fuera y los familiares protestando sin conseguir que ninguna autoridad los reciba», explicó Nieto, a cargo de esta organización que intenta mejorar la situación carcelaria venezolana.
Las autoridades sostienen que intentan negociar con los cabecillas de los casi mil reclusos que se encuentran atrincherados en un sector del penal, situado a 40 km de Caracas.
Sin embargo, desde hace días, ni el ministro de Interior, Tareck El Aissami, ni ningún otro responsable han suministrado informaciones sobre la situación.
A principios de junio, un enfrentamiento armado entre presos de esta cárcel dejó una veintena muertos y motivó, días después, la intervención militar del penal.
La violencia registrada desde hace un mes ha dejado, según cifras oficiales, al menos 29 muertos, aunque organizaciones humanitarias y familiares apuntan que el número de víctimas es mucho mayor.
De cualquier manera, éste es el incidente más sangriento de la última década en una cárcel venezolana.
Pero las noticias de El Rodeo han ido poco a poco eclipsándose por la actualidad política en Venezuela, marcada por la enfermedad del mandatario Hugo Chávez.
Según Nieto y diversos diarios venezolanos, los familiares de los presos han intentado ser recibidos por el vicepresidente, Elías Jaua, por el ministro de Interior e incluso fueron frente al palacio presidencial el pasado lunes e intentaron, en vano, atraer la atención de Chávez con una pancarta.
Los familiares sostienen que los internos exigen la reposición del servicio de agua y electricidad, así como el retiro de los militares antes de dialogar.
«La situación en El Rodeo no es diferente a la de las otras 33 cárceles de Venezuela donde hay presos armados que tienen el control de los penales. Es una situación que puede estallar en cualquier momento», advirtió Nieto.
El sistema penitenciario del país sudamericano sufre severos problemas de hacinamiento y violencia. Según cifras oficiales, los penales del país albergan a cerca de 50.000 internos, cuando sólo tienen capacidad para 14.000. (Globovisión, 06.07.11)