No hay duda de que las redes sociales han revolucionado la cobertura de eventos políticos en Venezuela. Tweets de personas en manifestaciones repelidas por el gobierno han revelado parte de las verdades que se esconden tras la máscara del mass media. Fotos tomadas por celulares muestran al mundo las realidades en los centros de votación, o en las marchas. Aún así, las primarias opositoras del 25 de abril mostraron que aún falta mucho por hacer si se quiere considerar a estos nuevos medios como verdaderos factores de influencia a la hora de decidir cargos -o postulaciones-  por elecciones populares.

Si Twitter decidiera elecciones, Carlos Vecchio habría ganado la candidatura por la circunscripción 2 del Estado Miranda de cara a las parlamentarias del 26 de septiembre, pero no fue así. Si bien la plataforma ha crecido exponencialmente en los últimos meses en Venezuela,  no es un barómetro electoral confiable. Esto se debe a un proceso de segmentación que es tan obvio como el uso mismo de la internet en el país. La mayoría de los usuarios del “pajarito” están delimitados por bandas de edad (25-40 años) y empatía tecnológica (la mayoría de las personas usa el servicio desde smartphones), que si bien representan un porcentaje importante del número de electores, no retratan a la mayoría -especialmente en sectores populares.  ”Apenas un 1% de la población usa Twitter, y su perfil es muy homogéneo, por eso no sirve para medir el clima electoral”, aseguró Fernando Núñez Noda, catedrático y editor de InfoCiudadano.

La campaña de María Corina Machado leyó perfectamente la situación y aplicó la estrategia correcta. En un trabajo publicado por el autor el mes de septiembre de 2009, la especialista en comunicación política, Mariana Bacalao, recalcaba la importancia del uso de la mensajería de texto como el “nuevo medio” más importante debido a su nivel de penetración -casi 100%. Hacia ese objetivo enfiló la ex presidenta de Súmate, bombardeando con SMS a los electores del circuito -sin descuidar Twitter y Facebook, parcelas de las que se ocupó Ricardo Sánchez cuando se convirtió en su compañero de fórmula.

Otra de las lecciones aprendidas en las primarias es que no se puede tapar el sol con un dedo. Al finalizar su recorrido por los centros electorales, el reportero de Ávila TV, Jorge Amorín, tuiteó esto:


Desafortunadamente para Amorín, cientos de cámaras probaron lo contrario -al menos en centros donde él estuvo presente. Tuve la oportunidad de coincidir con el “comunicador alternativo” en la UEN Ricardo Zuloaga, en los Chorros, en la cobertura de la votación del alcalde Ocaríz y esto era lo que se veía en las afueras del centro.
Las campañas de desprestigio se hacen cada día más difíciles gracias a la participación ciudadana en Twitter que, aunque recalcamos que es una minoría, establece un firme control sobre lo que se ve en la calle, creando así un fuerte instrumento de comunicación con sus círculos -familiares, vecinales y profesionales- para replicar los mensajes.

Además, Amorín visitó principalmente centros del estado con mayor participación -Miranda- donde hubo mesas que alcanzaron hasta casi el 40% de participación, un número extraordinario tratándose de primarias. El periodista especializado en coberturas electorales, Eugenio Martínez, hablaba de éxito si los números superaban el 11%: en la UEN Ricardo Zuloaga, más del 15% de los electores sufragaron.

Algunas fotos en Titter muestra que la gente se está empoderando de sus derechos y deberes ciudadanos. Foto: Marco

“El empoderamiento de la gente en las redes sociales ha sido la clave- explica Núñez Noda- porque te permite realizar una cobertura más amplia que los medios tradicionales en eventos como en las primarias. No tienes 20 reporteros, sino 5 mil”.  Si bien coincide que medios como Twitter aún no poseen la suficiente heterogeneidad para medir el clima electoral del país, asegura que, de alguna manera, han cambiado la manera de hacer política: “yo pienso que en parte la decisión de hacer primarias se debió a presiones de las redes sociales, donde tu puedes precisar a los políticos directamente y, si el mensaje tiene eco, convertirse en un replicador potente, ya que gran parte de las personas que manejan la opinión pública (periodistas, dueños de medios y personalidades) están en Twitter”, señaló.

El editor en jefe de InfoCiudadano también puntualizó que estas elecciones primarias marcan el inicio de una nueva era en la política 2.0 venezolana: “La gente se da cuenta que puede influir en las decisiones directamente y eso conlleva a un mejor ejercicio de la libertad de expresión”. Pero también señaló que hay que tener cuidado a la hora de hacer lecturas  en las redes sociales: “saber filtrar es importante a la hora de mantenerse informado. Sin cerrar las mesas corría exit poll tras exit poll y uno tiene que verificar la autenticidad de los datos antes de exponerlos al públicos. Es allí (en el ruido), donde corre la debilidad de la herramienta”.

El Partido Socialista Unido de Venezuela está a sólo días de sus elecciones primarias. La promoción de sus candidatos en Twitter ha sido mínima comparada con las de los aspirantes opositores, pero la plataforma organizacional ha creado una cuenta en cada circuito de cara a las parlamentarias de septiembre. ¿Es esto señal de que la confrontación política entre postulados se podría mudar al “nido del pajarito? ¿Qué repercusión tendrá este esfuerzo del PSUV en las redes sociales? Todo so en la próxima entrega de Twitter-Política.

Por Arnaldo Espinoza
Publicado en Código Venezuela

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