Entre el 28 de junio y el 02 de julio pasado, Provea realizó su V Seminario de Formación en Derechos Económicos, Sociales y Culturales: “Ante el libre comercio, otra integración es posible”.

Entre muchas consideraciones expuestas se concluyó que, entre los Tratados de Libre Comercio (TLC) y los tratados de derechos humanos, hay una incompatibilidad esencial. Mientras los primeros convierten en mercancía a todos los aspectos de la vida humana; los segundos desarrollan las responsabilidades de los Estados, a fin de garantizar una vida digna a todas las personas. Tal como están planteados, los TLC atentan contra esta responsabilidad estatal, en tanto las empresas pueden considerar a los derechos sociales como trabas a la libre competencia.

Las organizaciones sociales y de derechos humanos que adversan a los TLC no nos oponemos a la integración económica de los pueblos, pero advertimos que esta integración debe sustentarse en los derechos humanos.

Y no se trata sólo de añadir capítulos de derechos humanos a los TLC, sino de construir acuerdos económicos o financieros que regulen la competencia con una lógica acorde a los derechos humanos, bajo la supremacía de su legislación, la cual deberá privar sobre cualquier incompatibilidad.

Prensa Provea, 22.01.04

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