Con perdigones y gases lacrimógenos funcionarios de la Policía del Estado Bolívar arremetieron contra un grupo de habitantes del sector rural de la parroquia Yocoima, que protestaba por las intermitencias del servicio eléctrico. Los uniformados lanzaron bombas lacrimógenas a una de las casas, el pasado domingo 10.10.10.

Doce horas sin luz detonaron una protesta que tuvo un desenlace lamentable para la familia Machuca. Frente a su casa ubicada en el sector La Porfía I, de la parroquia Yocoima, un grupo de vecinos de zonas aledañas manifestaron la tarde del jueves por fallas recurrentes en el servicio de energía eléctrica.

La quema de cauchos y el cierre de las principales vías se han convertido en la ruta más expedita para hacer sentir sus reclamos. Con maderos ardiendo los residentes cerraron el paso de la vía Upata en seis tramos a eso de las 6:00 de la tarde, para presionar a las autoridades locales a dar respuesta a las cientos de familias que habitan los sectores rurales de la circunscripción.

“Habían cerca de 80 personas sólo en este tramo, y más adelante cerca de El Rosario otras 60, no fue un reclamo de tres personas, es toda una parroquia que no cuenta con buenos servicios básicos y que lógicamente reclama”, argumentó Ramón Machuca, habitante de la comunidad y ex dirigente sindical.

Dos horas más tarde la Policía del Estado Bolívar disolvía las protestas y permitía la circulación vehicular, mientras un camión de Cadafe recorría las zonas afectadas con algunos de los vecinos.

Sin embargo Machuca afirma que los funcionarios de la PEB no llegaron en buenos términos, “tenían una actitud amenazante, con pistolas y escopetas en mano querían meternos presos”.

Perdigonazos

Acota que aunque había muchas personas en la manifestación, uno de los uniformados “la agarró con él” lo tomó por el cuello de la camisa y prometió en reiteradas oportunidades privarlo de su libertad a lo que Machuca y sus hijos reaccionaron alejándose de la protesta hacia su vivienda a pocos metros.

“En eso los policías se pusieron violentos y empezaron a lanzar perdigonazos, a mí me dieron en la pierna y a mis hijos en diferentes partes del cuerpo”.

Producto de la agresión seis miembros de su familia tienen heridas en la piel. No conforme con esto la policía arrojó bombas lacrimógenas hacia el hogar de los Machuca, “dentro de la casa había niños y mujeres y eso no les importó”.

“No había ninguna necesidad de eso porque nunca los agredimos, y ya las manifestaciones estaban disueltas, no eran unos malandros los que estaban reclamando mejores servicios, son profesionales, universitarios que padecen la desidia del gobierno”, argumentó Gabriel Malavé, vecino de la localidad.

En el hecho también resultó herida Marvis Rivera, de 26 años, que según los testigos fue golpeada por una mujer policía, cuando intentaba mediar con los oficiales. Según información extraoficial los funcionarios policiales están adscritos a la Comisaria de Vizcaíno.

Algunos de los vecinos rechazaron la forma violenta en que actuó el estado a través del organismo de seguridad e instaron a las autoridades locales a mejorar los servicios básicos.

Reclamo constante

Según el testimonio de los residentes, la localidad “parece una tierra de nadie”. Las “idas y venidas” de la energía eléctrica son cada vez más constantes, los lapsos cada vez más prolongados, y la respuesta oficial al problema tarda más en llegar.

Los vecinos del sector El Rosario, cercano a la localidad también se quejan de la falta de energía eléctrica por largo rato. “La luz se va cada tres o cuatro horas, el otro día se fue desde las 10:00 de la noche hasta las 8:00 de la mañana del otro día, la gente protestó y hasta heridos hubo, pero eso no debería pasar, es deber del gobierno prestar un servicio eficiente”. (Mariana Alejandra Ramírez, Correo del Caroní, 11.10.10)

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