Foto: El Nacional
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Más de 36 horas de vigilia llevan las familias desalojadas de Ciudad Turmerito para reclamar por sus viviendas. Desde el martes a las 6:00 pm montaron una barricada a la entrada del urbanismo de la Gran Misión Vivienda para impedir que nuevos ocupantes accedan a lo que fueron sus hogares por cinco meses hasta su desalojo la semana pasada por funcionarios de la PNB y la GNB.

Vigas, cabillas, cauchos, tablas de madera, alambres de púas sustituyen un portón que, relatan, fue tumbado por funcionarios de la PNB que habrían llegado a la construcción para proteger a supuestos damnificados de Macarao y La Yaguara que vendrían a ocupar los inmuebles desalojados.

Mujeres embarazadas, niños y ancianos se encontraban ayer en la mañana sobre una loza de concreto a las puertas del sitio, a pesar de que la lluvia arreciaba por instantes. Sobre la barricada colocaron una bandera y un cartel con la frase: “Paz y amor a los hombres libres”. El mensaje no es de bienvenida, pues el grupo aseguró que no permitirán que nadie, que no sea de Turmerito, viva allí.

Los vecinos recuerdan el programa Barrio Tricolor para sustituir ranchos por casa que nació en ese sector en 2009. El presidente Hugo Chávez, montado en un tractor, demolió las viviendas precarias para iniciar la construcción del urbanismo para 21.000 familias, que hasta ahora tiene 18 torres. Mientras avanzaba la construcción, los grupos parentales permanecieron en las viviendas de transición de Fuerte Tiuna por dos años.

“Nos vinimos porque no aguantábamos la presión de los militares. El urbanismo no estaba completo, pero confiamos en la promesa de Ricardo Molina (ministro de Hábitat y Vivienda), que aseguró que entregaría las casas restantes a la comunidad”, dijo Glenda Acosta, una de las afectadas.

De los que vivían originalmente en el lugar queda este grupo de 48 familias que, cansadas de esperar, entraron a las torres 15, 16 y 17 en abril, luego de que el 13 de diciembre de 2013 les suspendieron la adjudicación aunque el acto y el protocolo estaba listo; sin embargo, al lugar han mudado a familias de otros sectores antes que a ellos. (Dalila Itriago, El Nacional, 04.09.2014)

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