Del 27 de febrero de 1989 se habla como “la explosión social” o el evento más histórico de la violación de los derechos humanos en Venezuela, pero son justo los nombres de las víctimas la parte de la que menos se habla.
Cofavic (el Comité de Familiares de las Víctimas de los sucesos ocurridos entre el 27 de febrero y los primeros días de marzo de 1989) no sólo se encargó de recoger los testimonios para adelantar el caso que permitió la condena del Estado venezolano finalmente el 11 de noviembre de 1999, sino que también recopiló los testimonios en video para que la historia no se olvide.
Yris Medina fue una de ese grupo de más de 3.000 víctimas. Su esposo, Wolfang Quintana, fue asesinado por una bala de FAL disparada por un funcionario de los cuerpos de seguridad. Su historia contada a viva voz es apenas una de las huellas de un día cuyas lecciones para los derechos humanos aún están por aprenderse.
Video de Yris Medina
(Prensa Provea / 27.02.2015)