Por esa razón el Sindicato de Trabajadores del Inces (Sintrainces) decidió este jueves levantarse de la mesa de discusión hasta tanto haya una audiencia con el titular del instituto, Wuikelman Paredes.
El presidente del sindicato, Carlos Patiño, expuso que amén de la convocatoria pautada para la semana que viene, “no nos vamos a volver a sentar en la mesa hasta tanto el presidente del Inces nos dé una audiencia (…) porque no podemos seguir un mes más en una mesa para que todas las veces nos digan la misma respuesta”, declaró a Actualidad Laboral. “Para firmar una convención que desmejore a los trabajadores preferimos pararnos de la mesa y no convalidar nada”.
La secretaria general de Sintrainces-Bolívar, Trinidad Semprún, ratificó que es “imposible” mantener la discusión hasta tanto no haya un cambio de conducta de la comisión negociadora. La decisión ha sido acompañada con manifestaciones en todas las sedes del Inces. En el estado Bolívar la protesta se ha concentrado en Puerto Ordaz, donde los trabajadores han colgado pancartas y afiches con los reclamos.
Entre las cláusulas que se niegan a mejorar, está la bonificación de fin de año, bono vacacional, prima de antigüedad obrero, cláusula de compensación por sustitución, bono de producción, evaluación de desempeño y la cláusula a la número 1 en la que se discute la inclusión de los promotores técnicos productivos.
Aumentos discrecionales
El malestar se ha incrementado con el aumento de 300 por ciento que, según el sindicato, se ha dado el personal de libre remoción el mes pasado. “¿Acaso nosotros somos funcionarios de segunda? ¿No merecemos una mejor calidad de vida?” preguntó Semprún.
La dirigente destacó que este incremento no solo ha molestado al personal, sino que les ha obligado a profundizar la protesta con base en el principio de igualdad que debería amparar a 14 mil trabajadores beneficiarios de la convención.
Las asambleas en las distintas sedes continuarán, aseguró, hasta tanto sé de la audiencia con el presidente del Inces.