Burlados por el patrono. Así confesaron sentirse los trabajadores de Agropatria-Morón quienes una vez más se quedaron esperando la visita a las instalaciones del viceministro de Agricultura y Tierras, Iván Gil y el gerente de Recursos Humanos, Pablo Jato. Ante la falta de respuesta las operaciones fueron paralizadas por la fuerza laboral.
El recorrido por la antigua Agroisleña había sido fijado para el día lunes, tras las denuncias efectuadas por un grupo de obreros la semana pasada a través de El Carabobeño, quienes demandan mejores condiciones laborales.
Admitieron que se declararon de “brazos caídos” el pasado jueves cuando dos compañeros resultaron lesionados al caer de una máquina por no contar con los implementos básicos de seguridad para ejecutar sus faenas, entre ellos uniformes, herramientas y equipos para reparar las líneas de producción que llevan más de seis meses fuera de servicio, como es el caso de la uno.
Un trabajador que pidió no ser identificado por temor a perder su empleo, comentó que lo que sí se hizo fue una asamblea donde estuvieron presentes los gerentes de la empresa ubicada en el municipio Juan José Mora, Hugo Méndez y Luis Gerardo acompañados del jefe de Producción, Yorexis Rodríguez.
“No dijeron nada contundente, ni dieron soluciones a la clase obrera. Ellos lo que quieren es producción y producción sin importar los accidentes que ocurren ni se caiga lo que se caiga en la planta”, enfatizó la fuente que dijo que mientras sigan las irregularidades continuarán denunciando.
Recientemente se dañó el motor de la máquina cosedora de los sacos donde empaquetan los productos. No hay repuestos para arreglar las otras cinco cosedoras dañadas. “Estamos cansados de hacer reclamos, no entienden que lo único que hacemos es cuidar nuestro trabajo porque de él comemos”, acotó un obrero.
Desde que fue expropiada a finales del año 2010, la empresa Agropatria, ha venido decayendo en su producción y operatividad, que se ubica en los últimos meses en apenas un 25% de su capacidad, según sus empleados quienes aseguran que esa realidad la enfrentan el resto de las plantas existentes en el país.
La fuerza laboral conformada por unos 110 obreros y empleados advirtieron que de seguir sin respuestas seguirán cumpliendo horario sin laborar, pues no permitirán que un compañero arriesgue su vida en su lugar de trabajo. “Queremos recuperar la planta, no queremos quedar desempleados, por eso necesitamos ser escuchados. Queremos compromiso por parte del patrono”, concluyó un grupo de los afectados que además pide reunirse con el ministro de Agricultura y Tierras, Juan Carlos Loyo. (María López Rodríguez, El Carabobeño, 13.03.13)