Rangel percibe como de “oscuro” el panorama el panorama actual respecto al diálogo entre sectores políticos adversos en Venezuela. Comenta que el Gobierno Nacional no ha cesado ni cesará en sus intentos por crear una vía para el diálogo.
Desde hace ocho años, el presidente de la República, abrió la ventana para el dialogar, donde no se han obtenido ningún tipo de soluciones. “No ha habido otro caso en la historia política de Venezuela en que un gobernante que ha sido derrocado, una vez restituido en su cargo, convoque a conversaciones a sus adversarios”.
La oposición asistió en repetidas ocasiones a encuentros que resultaron infructuosos, “pero la paciencia del Gobierno Nacional no se agotó, yo lo presencié. Fueron tremendas oportunidades para que esos sectores revisaran su error y corrigieran su política, pero fueron desperdiciadas”, señaló.
Otro llamado más
Hace una semana se llevó a cabo la instalación del Consejo Federal de Gobierno (CFG), sobre la base de la ley homónima, la cual ha sido muy criticada por la oposición. Asistieron la mayoría de los gobernadores opositores y se comprometieron a colaborar en la construcción del nuevo organismo ejecutivo, fundamentado en el Poder Popular; y horas más tarde establecieron otra postura “la consideran inconstitucional, pero es una argumento que no tiene arraigo. Es justamente lo contrario, es un complemento indispensable de nuestra Carta Magna que en nada afecta la descentralización sino que plantea una nueva visión de ésta”, apunta Rangel.
El problema práctico para que prospere el dialogo con todos los sectores, es que existe un sector político, económico y social que está encerrado en una concepción acerca de la lucha política que sólo concibe salir de Chávez como sea.
La oposición no puede seguir reclamando espacios para que sean escuchados, para que luego estos sean desechados, “No se entiende cómo no toman en cuenta eventos políticos que los favorecen, que los ayudan en su gestión. No conciben el ejercicio democrático, cada episodio lo asumen con un doble discurso y en función de la desestabilización. Ellos ganan una alcaldía o gobernación no para desarrollar una labor administrativa conjuntamente con el Ejecutivo Nacional, sino para abordarla como una trinchera para enfrentar al gobierno y sus políticas.
Rangel no cree que el presidente Chávez se canse de dialogar, por parte del gobierno no se ha desechado esta opción y esta convencido que dentro de la oposición hay gente que si quiere dialogar “gente que tarde o temprano pondrá en su lugar a los radicales, a los irreductibles, y buscará la manera de crear mecanismos de entendimiento” (ABN; 21.05.10)
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