El Presidente de la República vuelve a ganar unas elecciones para estar 6 años más en el poder, ¿tendrá la voluntad de cumplir lo establecido en el artículo 272 de nuestra Carta Magna que tanto ventea? «Si quieres conocer a un país, visita una cárcel». Cuando tenemos una ministra que manda a comprar vaselina a los ciudadanos que piensan diferente a ella, cómo podemos esperar que las cárceles van a cambiar, si los responsables, con un vocabulario soez, al parecer se sienten muy bien utilizándolo.
Desde esta trinchera de lucha, queremos instar al Presidente a darle cumplimiento a la descentralización tal cual está en el artículo antes mencionado que dice: «El Estado garantizará un sistema penitenciario que asegure la rehabilitación del interno o interna y el respeto a sus derechos humanos. Para ello, los establecimientos penitenciarios contarán con espacios para el trabajo, el estudio, el deporte y la recreación, funcionarán bajo la dirección de penitenciaristas profesionales con credenciales académicas universitarias, y se regirán por una administración descentralizada, a cargo de los gobiernos estadales o municipales».
Presidente: 11 ministros y 17 directores de Prisiones, además de crear un Ministerio de Asuntos Penitenciarios, y de presentar 15 planes, con el resultado de 5.370 reclusos muertos y 15.131 heridos, ¿no cree que es importante someter esta área a una revisión minuciosa y de reorganización? Si se ponen a decirme que ellos están pintando, que están jugando, que están haciendo cultura, que la mamá está participando, solo les diré, y por qué tantos internos asesinados, ahí está el detalle, y es la gran problemática, una vez me dijo un gran amigo: Nunca dejes que las emociones estén por encima de las razones, y hoy le digo a ese amigo: gracias por la recomendación, porque la he aplicado y es lo que me hace llegar a una conclusión, que la situación penitenciaria no ha interesado, lo que ha tenido son unos funcionarios alcahuetes que son protegidos y no destituidos.
El respeto de los derechos humanos de las personas privadas de libertad no está en conflicto con los fines de la seguridad ciudadana, sino que por el contrario, es un elemento esencial para su realización. Un sistema penitenciario que funcione adecuadamente es un mecanismo para reducir los índices de reincidencia, y por lo tanto, tiene un claro carácter preventivo en un esquema general de seguridad ciudadana.
Por ello me permito recordarle al presidente Chávez que cumpla la Constitución, hay una deuda con la población reclusa y sus familiares, y quien debe brindar las herramientas es el jefe de Estado; por cierto, hay un Proyecto que se llama Casas por Cárceles, que se ha implementado en la Argentina, muy exitoso, pídanlo y tómenlo. Qué triste ver cuando una persona que estuvo presa habla de las cárceles utilizando el dolor ajeno. (Tal Cual, 10.09.12)