En este momento se esta realizando la peor invasión minera en masa a la cuenca hidrográfica más intacta hasta ahora del todo el continente americano, situada en nuestro país: La cuenca del río Caura.
Se trata de más de 4000 mineros que están avanzando diariamente con equipos como monitores hidráulicos, herramientas, combustible, provisiones, alcohol, armas y todo lo que se pueda imaginar para tomar comunidades indígenas transformándolas en campamentos mineros, ultrajando vilmente su población y sometiéndolos a una directa violación de sus espacios y de su forma tradicional de vida, sin posibilidad alguna de protección y defensa en esa zona tan remota de manera efectiva por alguna autoridad del gobierno revolucionario.
Esta invasión esta entrando a esta zona natural, desde Maripa viajando río arriba a través del propio río Caura hasta el salto Para, donde pasan a la segunda área. También desde el sector oriental de la cuenca del río Paragua y otra que tiene su acceso directo a las nacientes del Caura por el extremo sureste de la cuenca.
La invasión es producto de varios factores entre los que resalta: que desde esta zona se está promocionando desde hace más de un año “bullas mineras”, la presencia de una débil figura de reserva forestal sobre la cuenca creada por los gobiernos adecos de la cuarta república, que no impide la minería. A esto se agrega la falta de acción gubernamental para detener desde sus inicios los fáciles accesos a esta delicada área indígena y de alto valor ecológico.
A esta frágil zona están llegando todo tipo de delincuentes y extranjeros sujetos a la codicia de oro, facilitando su penetración ante la disponibilidad de combustible.
Las comunidades que se sienten más afectadas por la invasión minera son: fiyacuna, kanaracuni, fedecunina, adawana, tadakuana y sanema ayawa sodina.
El bosque tropical húmedo de alta diversidad biológica que cubre esta cuenca de más de 5 millones de hectáreas, es el único que llega muy al norte en su confluencia con el río Orinoco, aportando una importante carga de humedad al viento que sopla desde el sur a través del fenómeno de la evapotranspiración, cuando esta masa de aire llega a nuestro territorio a principios del periodo de lluvias. De esta manera actúa como un corredor climático que permite las lluvias que sostienen la producción agrícola de los estados llaneros incluyendo el estado Guárico. La producción agrícola nacional depende en un 85 % directamente del ciclo de lluvias y esta se encuentra amenazada por la devastación de esta zona con esa minería de oro que satisface a unos pocos, contando entre ellos una red mafiosa capitalista que lo compra y comercia incluso a nivel internacional.
Corresponde en síntesis a una amenaza de seguridad de Estado, que debe ser corregida antes de que sea tarde y que el poblamiento acelerado de mineros de esta estratégica zona del territorio impida su rescate.
HACIA EL DECRETO REVOLUCIONARIO DEL PRESIDENTE CHÁVEZ EN LA CREACIÓN DEL PARQUE NACIONAL INDIGENA EL CAURA, EL MAS GRANDE DEL MUNDO EN SELVA.
*Ecologista Leobardo Acurero CI 4724602
Frente Ecológico PSUV
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