El presidente Chávez, en cadena nacional realizada el jueves 15 de julio, dijo que la recesión económica que sufre Venezuela se debe a la caída de los precios del petróleo. Ya antes en una entrevista con la BBC argumentó que la contracción económica de Venezuela se debe a la crisis del capitalismo. Basta recordar que hace más de un año el Presidente planteó que la economía venezolana estaba blindada y que, aún con un precio petrolero igual a cero, Venezuela seguiría su crecimiento.

Nada de eso ha sido verdad, y buena parte del país siente que fue engañado.

Está absolutamente equivocado el Jefe del Estado, porque el despeñadero en que anda la economía no se debe a la declinación de los precios del petróleo. Las cuentas son muy claras. La recesión se agudizó entre el primer trimestre de 2009 y el primer trimestre de 2009, al acumular la economía cuatro trimestres consecutivos de caída. Pero en ese mismo lapso los precios petroleros aumentaron 82% al pasar de 38 dólares por barril a 76 dólares por barril. Es decir, mientras los precios petroleros subieron significativamente, la economía de derrumbó. El Presidente conoce estas cifras, pero construye una explicación para desviar la atención sobre la responsabilidad del Gobierno en una recesión que ha implicado la pérdida de más de 100 mil puestos de trabajo en un año.

La equivocación del Presidente está en no querer reconocer los errores cometidos. En primer lugar, las restricciones a la entrega de divisas por parte de Cadivi y la creación de ese engendro por parte del BCV llamado el Sitme; y en segundo lugar, la caída de la inversión, la cual ha sufrido un literal derrumbe en vista del clima de hostilidad que existe hacia el sector privado. Con disminuciones de la inversión en casi 30% en un año, ninguna economía puede crecer de forma sostenida. Los capitales huyen de los lugares donde los persiguen para ir a otros países donde los reciben con los brazos abiertos.

Igualmente, el fenómeno inflacionario está causando estragos entre los trabajadores y alienta la recesión. Mientras que Perú y Chile tienen inflación de 0,0% y 1,5%, respectivamente, Venezuela mantiene una inflación de 32,0%. No hay salario que aguante esa inflación. Y en todas partes la inflación es culpa de los gobiernos que imprimen dinero sin valor y de los bancos centrales que pierden sus objetivos de preservar el valor de la moneda que emiten. Presidente, rectifique y no se deje engañar por sus ministros.

José Guerra
Economista
Publicado en Últimas Noticias

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