Los residentes del sector Punta Cardón, vecinos de la Refinería Cardón, diariamente deben sobrevivir en medio de la contaminación atmosférica y la degradación constante del medioambiente.
Esta situación empeora cada día más ante la mirada indolente de las autoridades, y desencadenando enfermedades de todo tipo en la población. Así lo dieron a conocer algunos habitantes de esa localidad, para quienes al parecer el olor a gases es algo común.
Teresa Arrieta, habitante de la calle Zamora, narró que siempre ha vivido allí, por ello, dice, no es una novedad ver la llamarada del mechurrio, ni la humareda que durante las 24 horas del día expide el complejo.
“Aquí vivimos tragando humo, pero nada podemos hacer, ya nos acostumbramos”, sostiene. A pasar de los incendios ocurridos, asegura no tener miedo.
Entretanto, la docente Dulce Pernalete coincide al decir que ya están adaptados a la constante contaminación, incluso a los eventuales estruendos que emite la refinería. Describe que en ocasiones las paredes y las ropas se tiñen de negro. Asimismo, indica que recientemente le fue diagnosticado Asma Bronquial y Vitiligo, presuntamente consecuencia de los gases a los que está expuesta. (Angélica Ocando, La Mañana, 31.05.10)








