En la página web de Aporrea, la ciudadana Hindu Anderi, denunció la actuación represiva de efectivos de la Policía de Caracas contra un trabajador informal en el Bulevar de Sabana Grande, una situación que ocurre a diario y forma parte de un círculo vicioso de escondite y persecución.  Provea reproduce a continuación el texto completo.

«Acabamos de ser testigos de un hecho que no sólo nos llena de indignación y vergüenza, sino que además nos da dolor porque nos revive las practicas que denunciamos reiteradamente y de las cuales fuimos víctimas en la IV República, la persecución en caliente de un joven buhonero, en el bulevar de Sabana Grande.

Cerca del pasaje La Asunción, observamos impávidos a un funcionario motorizado de Poli Caracas, subordinado de la Alcaldía del Municipio Bolivariano Libertador acorralando cual rata a un joven que lleno de terror protegía su trapo con la mercancía (ropa) como aferrándose a su esperanza. Quizás temía que además de detenerlo le quitaran su sustento. El joven corría con el peso, sudaba y en sus ojos se reflejaba el miedo al policía, quien cegado por la ira, ni siquiera atendió el llamado que le hiciéramos para que moderara su actitud para con el vendedor ambulante.  “Señora no ha visto nada”, me comentó una joven que ha visto más de una “caza” parecida a las que practican en la frontera entre México y Estados Unidos. Porque resulta que es pan de cada día, nos referimos a la metodología que se usa para “liberar” el boulevard.

No pudimos más que correr para denunciar en el Módulo de Poli Caracas ubicado en pleno Boulevard, a unos metros de la antigua Prefectura de El Recreo. Y allí fue peor la experiencia. No nos tomaron la denuncia por escrito, como debe hacerse en estos casos, sino que además el “encargado” confundió derechos humanos con derechos civiles y justificó la persecución. El funcionario entendía libre tránsito como derecho humano y maltrato físico como cualquier otra cosa.

¿Usted defiende los derechos humanos del buhonero y el suyo qué?, nos dijo el policía encargado del módulo.

Pero lo más terrible fue que a su lado, un sujeto con radio, franela roja y características de ser un elemento armado pero vestido de civil, quien en varias oportunidades nos quiso interrumpir insultándonos, dijo literalmente; “qué está denunciando ella…a los buhoneros hay que joderlos, hay que escoñetarlos” (mil disculpas por reproducir fielmente las palabras). Sus afirmaciones avaladas por el silencio de los policías uniformados nos demostraron el fascismo que algunos asumen como una práctica e ideología natural. ¿Qué hacía un sujeto con esa actitud al lado de la policía de Caracas?

Al final nos hicieron una pregunta y una recomendación. La primera: ¿Cómo haría usted para limpiar de buhoneros el bulevar? Y lo otro fue peor: “Bueno señora si quiera vaya a la Cota 905 pa´que denuncie”. Y nosotros nos preguntamos ¿entonces qué sentido tiene un módulo en el Boulevard que entendemos cuenta con un presupuesto para funcionar?

A estos sujetos tenemos que recordarles que estamos en la V República; en una democracia participativa y protagónica, donde se defienden los derechos humanos del pueblo y donde el débil jurídico debe ser reconocido como tal.

El problema de la economía informal, de la buhonería, de la inseguridad y de cuanto rollo hay en el país heredado o no, debemos asumirlo con responsabilidad. ¿Qué pasa que no nos reunimos con la gente y hacemos asambleas públicas y le buscamos una solución colectiva al problema? Desconocemos si se ha hecho, pero esta escena enloda el esfuerzo.

Es que si no somos capaces de resolver un asunto como ese, entonces ¿cómo vamos a enfrentarnos al imperio o a hacerle frente a problemas mucho más complejos?

Los buhoneros no son los culpables del problema, como los pobres no lo son de la miseria. Se trata de un asunto estructural, más complejo y por lo tanto mucho más comprometedor. Se trata del capitalismo y sus prácticas.
Contrariamente a los malandros los sueltan a cambio de “bajarse de la mula”, para seguir matando y robando gente, arriesgando este proceso por el que nos la estamos jugando.

Todos y todas tenemos derecho a transitar libremente por las calles, por las aceras, disfrutar de nuestros espacios públicos. Eso es cierto, una verdad del cielo a la tierra, pero jamás a costa de pasar por encima de los derechos humanos y la dignidad de la gente. Estoy totalmente segura que si Argimiro Gabaldón, Livia Gouverneur, Fabricio Ojeda, Alí y Jorge Rodríguez padre, entre otros, hubieran sido testigos de esa práctica inhumana, habrían reaccionado con mucha más ira de la que nosotros sentimos en ese momento.

No podemos ser iguales a los fascistas que han  devastado este país; no podemos asumir las mismas prácticas de los verdugos del pasado, repitiéndolas hoy. Si lo hacemos no somos revolucionarios ni esta es una revolución.»

Publicado en www.aporrea.org

Una respuesta

  • Saludos estimados esritores del tema de la economia social, mediante este medio tengo la necesidad de manifestar mi opinion y punto de vista en cuanto al tema, en primer lugar soy miembro de una comunidad indigena de una zona urbana, con cosmovision propia de nuestra cultura.En cuanto a nuestras formas de desarrollo económico son diversas van desde las ventas de nuestras representaciones artisticas(tejidos,tallados,collares…)hasta nuestra medicina ancestral como parte de la sabiduria ancestral y milenaria y otras formas de desarrollo economico que han permitido a nuestras familias indigenas buscar medios de intercambio comercial y la busqueda de bienestar,en nuestro caso especificamente, es una forma de desarrollo economico que enfocado desde diversos terminos: la economia social, informal, buhoneria o pequeño comerciante o cualquiere el termino que se le asigne se ha convertido en una forma de trabajo.
    Los abusos policiales por parte de algunos funcionarios han sucedido desde siempre y lo peor es que todavi suceden, de niña, mis padres tenian que laborar en las calles y aun lo hacen los ingresos obtenidos a traves de esta forma de economia lo invertian en nuestra educacion, salud, deporte, recreacion, vestido y todo lo que necesitaramos nosotras las diez hijas que eramos y somos,recuerdo que una vez mi papá fue golpeado que no podia ni caminar, alla en el boulevard de sabana grande, yo tendria como unos 9 años, y otras situaciones que vivimos que fueron dificiles en verdad, hoy la mayoria de nosotras somos profesionales y contribuimos con el desarrollo social del sector donde nos desenvolvemos y hemos representado muy bien no sólo a nuestro pais sino a nuestra comunidad indigena. Lo tragico de todo es que la necesidad de laborar en las calles es eso, la necesidad,razones hay de sobra justificadas o no, entre ellas la falta de empleo, la capacitación de las personas que se dedican a trabajar en ello, la edad pues a muchos ancianos no les dan trabajo, y un sin fin de razones. Necesitamos respeto por los ciudadanos, seres humanos, hombres, mujeres y niños y miembros de mi comunidad indigena que laboran en las calles pues es una cadena de malrato que aun ocurre, sabemos que hay temor de denunciar pero llegara el momento de protestar, de poner parado a esta situacion, no es justo que alguien reciba una paliza por parte de funcionarios de la policia de Caracas o de algunos involucrados no diremos que todos pero hay un grupo que no aplica los procedimientos acorde a los derechos humanos e involucra una cosa con otra, hoy en el centro de caracas fue golpeado hasta desmayarse un buhonero, la otra vez una vendedora de origen afrodescendiente fue gopeada y de los maltratos obtenidos por parte de los funcionarios ademas,le provocaron que su blusa se le dañara ,la vendedora de mangos estaba practicamente desnuda y con sus senos expuestos ante todos, un periodista tomaba fotografias de la situacion y tambien lo arrestaron,hace aproximadamente tres meses una anciana estaba con una caja de produtos y tambien se lo quitaron y no sólo eso sino que al no permitir que se quitara los funcionarios de la policia de caracas que para ese momento estaba quitandole la caja, la señora cae y sufre una fractura , a éstos se le solicita ayuda y los funcionarios no le prestaron el apoyo sino que justificaron el hecho de estar vendiendo en la calle, tambien otro joven fue victima de la policia de Caracas al no querer darle dinero a unos funcionarios de la policia de Caracas y estos le amenazaron con sembrarle droga, el joven tuvo que darles dinero. Todo esto en resumen y otras historias mas que a lo largo de mi caminar he escuchado de las personas que laboran en las calles. Necesitamos urgentemente educacion en Derechos Humanos para todos pues unos tal vez porque no las conocen y otros porque las conocen y hacen abuso de ello.

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